“Con el volcán fallamos todos, parecía que El Hierro se hundía”

Erupción del volcán submarino de El Hierro.

Juan Ignacio Viciana

El Pinar —

Más que alcalde, Juan Miguel Padrón Brito parece médico de pueblo: abre bien temprano las puertas de su despacho y comienza a recibir gente. A uno le duele un recibo del IBI más alto de la cuenta, otra no sabe qué hacer con las lindes de su terreno, los hay que buscan ayuda o simple consuelo. El alcalde no se altera ni entretiene a los vecinos de oficina en oficina: hace venir a su despacho a concejales, técnicos o funcionarios y no los deja salir hasta que todo queda resuelto. El pueblo se llama El Pinar, acaba de cumplir 10 años de vida, es el más joven de Canarias, y tiene hasta una erupción en su breve historia: “Con el volcán fallamos todos”, deja dicho el alcalde con contundencia

¿Es cierto que el origen de la segregación de El Pinar está en una disputa por la bajada de la Virgen con los vecinos de La Frontera?

Eso es más bien una leyenda. La verdadera historia de la segregación de El Pinar arranca desde el año 1912. En aquella época sólo estaba el Ayuntamiento de Valverde y para que existiese Cabildo en la Isla había que tener al menos uno más. El pueblo más importante en ese momento era El Pinar. Frontera era un pago de nómadas que estaban abajo tres o cuatro meses al año. Pero los gobernantes de Valverde se llevaron para Las Lapas, donde ellos iban de veraneo, el nuevo Ayuntamiento de La Frontera. Y desde entonces las distintas generaciones de piñeros hemos venido reivindicando un ayuntamiento propio.

¿En todo caso fue una segregación amistosa verdad? Hasta el propio Ayuntamiento de La Frontera dio el visto bueno

Efectivamente, en el año 2007 hubo una segregación amistosa en la que La Frontera dio su visto bueno, así como el Cabildo de El Hierro, y contó con el apoyo de tres pesos pesados de la política en la Isla: Eligio Hernández (PSOE), Manuel Fernández (PP) y Tomás Padrón (AHI). Los tres son piñeros y se pusieron codo con codo para sacar la segregación de El Pinar adelante. Hubo unanimidad.

El Ayuntamiento se constituyó en septiembre de 2007, hace poco más de 10 años, ¿cree que en este tiempo El Pinar ha logrado forjar una identidad propia?

No es que la hayamos forjado, es que ya la teníamos, desde siempre. Nos han catalogado como gente rebelde. Y los piñeros lo somos. Luchamos por aquello que consideramos justo. No es casualidad que estuviéramos en ello casi un siglo. Yo diría que esa es nuestra principal característica. Aunque también somos un pueblo muy unido. Estoy convencido de que la creación de este Ayuntamiento ha beneficiado a toda la Isla.

¿Qué se siente al ser el único alcalde por votación popular que ha tenido el municipio?

Es lo máximo para quienes hemos sentido desde niños la vocación de ser útiles a la sociedad. Ser el primer alcalde de un pueblo elegido por votación popular, con mayoría absoluta con un censo de 1.049 votantes y cuatro partidos políticos es lo máximo a lo que puede aspirar un político. Me siento muy orgulloso y trato de gobernar para todos, sin importar lo que cada uno votara en su momento.

¿El viaje ha merecido la pena?

Sin duda. Tener Ayuntamiento propio nos ha permitido hacer muchas inversiones, pero sobre todo hemos podido atender a las personas más necesitadas. Vecinos con movilidad reducida, mayores que se encuentran solos en sus viviendas... Hemos volcado nuestros esfuerzos en los problemas sociales porque las personas deben ser lo primero. Además somos el municipio más joven de Canarias y allá donde voy siento que hay simpatía hacia nuestro pueblo.

¿Tenemos alcalde para rato entonces? ¿Está pensando en repetir como candidato?

Estoy tan ocupado que no me ha dado tiempo de pensar en eso. Aún queda un año y medio, hay mucho tiempo por delante.

En 2011 la tierra decidió abrirse debajo del Mar de las Calmas, ¿cómo fue la experiencia?

Creo que los políticos de aquí fallamos, vendimos muy mal el volcán. También el periodismo y otras administraciones. Un volcán, en cualquier parte del mundo, suele ser siempre un atractivo. Así fue en Fuencaliente en La Palma o el Etna en Italia. Pero aquí se convirtió en un drama visitar la Isla porque parecía que El Hierro se hundía. Con el volcán lo hicimos mal todos, provocó que mucha gente se fuera y sobre todo que mucha gente no viniera. Y realmente no se corrió ningún riesgo.

¿Qué sabor le queda del desalojo de La Restinga?

Lo más amargo de mi trayectoria como alcalde fueron las dos evacuaciones de La Restinga. Ver ese pueblo vacío es una imagen que siempre permanecerá en mi mente. A las dos de la tarde, con la gente almorzando, tuvimos que pedirles que dejaran la comida en la mesa, cogieran sus medicinas, lo imprescindible y que salieran corriendo de allí porque teníamos que evacuar. Fue una experiencia muy dura.

Se temía una erupción grande entonces

Sí, se temía una erupción muy próxima a la costa. Y si se abría en una profundidad de menos de 60 metros podía ser una erupción explosiva que alcanzara los 1.800 ó 2.000 metros. Era mejor prevenir que lamentar. Y tengo que decir que el comportamiento de la gente fue ejemplar en las dos evacuaciones. La Restinga y El Pinar somos las mismas familias. Algunos de arriba tienen su segunda vivienda abajo y viceversa. Los que no son hijos son nietos o primos. Todos nos acogimos, había casas en las que se quedaron hasta quince personas, se convivió de forma muy solidaria.

¿Y el resto de las administraciones?

A uno le parece siempre poco. Podían haber hecho más. Algunas acordaron pagar alquileres a los evacuados y al final las tuvo que pagar el Ayuntamiento.

Sin embargo ahora se ha convertido en un atractivo

Ahora estamos recogiendo los beneficios. En aquel tiempo se pensaba, los biólogos, que harían falta entre 4 y 5 años para volver a la normalidad. Pero gracias al paro biológico nos hemos recuperado totalmente. Ahora la flora y la fauna es aún mayor, más rica, y el atractivo para los centros de buceo es importante.

¿Qué va a pasar con el Parque Nacional Marino?

En la última reunión que hubo en el Cabildo para hablar sobre este asunto le pedí a Basilio Rada, director nacional de Parques Nacionales, que viniera a El Pinar y a La Restinga para contestar a todas las dudas que tienen los vecinos con este tema. Se comprometió a visitar nuestro municipio con los técnicos para explicar todo. No ha podido ser, pero confío en que venga antes de que se haga la consulta.

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