El Colegio de Geólogos propine un Servicio Geológico Nacional que integre el IGN y el IGME
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Ilustre Colegio Oficial de Geológos (ICOG) ha propuesto que se cree en España un Servicio Geológico Nacional que integre al Instituto Geográfico Nacional (IGN) y al Instituto Geológico y Minero de España (IGME) para facilitar la gestión en situaciones de emergencia y catástrofes naturales, como las del terremoto de Lorca (Murcia) o la actual erupción volcánica en El Hierro.
En una tertulia sobre arquitectura sismo-resistente en el marco de las actividades en el ICOG en la Semana de la Ciencia, el presidente del colegio profesional, Luis Suárez, ha manifestado que esto permitiría disponer de los recursos humanos y materiales necesarios para afrontar “con las mayores garantías” el estudio de sucesos naturales.
En este sentido, su apuesta es crear un Servicio Geológico Nacional que funcione “a semejanza” del Servicio Geológico Estadounidense (USGS), una de las instituciones más prestigiosas en el estudio de terremotos y erupciones volcánicas.
Por su parte, el arquitecto experto en arquitectura sismorresistente Patrick Murphy, ha manifestado que “es necesario un cambio en la cultura arquitectónica de España”, especialmente en las zonas de riesgo sísmico.
Murphy ha analizado las conescuencias del terremoto de Lorca del pasado 11 de mayo y ha explicado los fallos que se produjeron en la construcción de los edificios que sufrieron importantes daños.
En este contexto, ha criticado que en España se sigue construyendo “siguiendo básicamente el modelo propuesto por Le Corbusier en 1914” -una estructura independiente de los muros externos e internos- un modelo que asegura que resiste mal los terremotos.
Sin embargo, en su opinión, el principal problema que ha detectado en Lorca ha sido la falta de un diseño sismorresistente en los edificios. Así, ha indicado que no es tanto un problema de cálculo de resistencia frente a la aceleración producida por un terremoto como de la incorporación a la estructura de elementos que le restan rigidez, como vanos de ventanas, locales comerciales elevados, semisótanos con pilares cortos, voladizos de albañilería y elementos decorativos como antepechos y petriles mal anclados a los edificios.
“Tenemos tendencia a utilizar la albañilería en nuestros edificios, y eso obliga a tener estructuras muy rígidas si no queremos que se vean afectados por los terremotos”, ha añadido el experto que también ha apostado por tener en cuenta la tipología del suelo sobre el que se asientan las construcciones, puesto que es un factor que interactúa con la aceleración provocada por un terremoto y puede amplificar su efecto
En este marco, ha calificado de “esencial” el papel de los geólogos en determinar de las características de los sueldos donde se van a asentar construcciones para calcular la aceleración máxima que puede resistir la estructura.
“Los colegios profesionales ya no ejercen un control obligatorio mediante lista de chequeo de los estudios geotécnicos realizados para los proyectos arquitectónicos”, expresó el presidente del ICOG.
Finalmente, la vicepresidenta de la Federación Europea de Geólogos, Nieves Sánchez, ha optado por valorar la normativa de ubicación de las fallas, además del promedio de aceleración que se puede producir en un terreno concreto.