Las membranas de Isolux producían 2,5 miligramos de boro por litro
Las membranas de ósmosis inversa instaladas por la empresa Isolux en 2005 en sus dos módulos de desalación producían hasta esta semana 2,5 miligramos de boro por litro, lo que disparó hasta niveles intolerables la presencia de ese elemento en el agua de abasto de Las Palmas de Gran Canaria.
Según fuentes de la compañía Emalsa, adjudicataria del servicio de abastecimiento de agua, las membranas de ósmosis inversa instaladas por Isolux en sus dos módulos de desalación del complejo de potabilizadoras de Piedra Santa no funcionaban correctamente desde el primer día, y se han ido deteriorando paulatinamente hasta producir los efectos detectados últimamente que han conducido a desaconsejar el consumo humano del agua del chorro en la capital grancanaria.
“Hay que tirar las membranas y volverlas a poner nuevas”, indicó este sábado a CANARIAS AHORA una fuente autorizada de Emalsa, “porque hasta ahora Isolux ha ido poniendo parches que no han solucionado nada”.
La empresa Isolux, adjudicataria en 2003 de un polémico concurso por el que se le adjudicó la construcción de dos módulos de desalación de 17.000 metros cúbicos diarios de producción de agua, se ha negado a hacerse cargo del coste de reposición de estas membranas, según la misma fuente de Emalsa, aunque el periodo de garantía concluye el próximo mes de mayo.
Las malas condiciones de los módulos de desalación de Isolux hicieron que la empresa concesionaria del servicio, Emalsa, se negara hasta ahora a recepcionarlos e incorporarlos a su red de producción de aguas. El Ayuntamiento confía en que la empresa adjudicataria corrija los defectos de sus módulos antes de que concluya el periodo de garantía.
En agosto de 2007, tan sólo año y poco después de que se pusieran en marcha los módulos de desalación de agua de Isolux, reventó uno de ellos, lo que provocó un caos en el servicio y la obligación de recurrir a la compra de aguas en pozos para garantizar el suministro en la ciudad.
En la actualidad y antes de su parada, decretada este viernes, los módulos de desalación de Isolux estaban generando unos niveles de boro en el agua de 2,5 miligramos por litro, lo que disparó en ocasiones hasta 1,2 miligramos la presencia de este elemento químico en el agua de abasto de la ciudad.