Paulino Rivero, ''muy contento'' tras sus primeros 100 días de Gobierno
El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, se mostró este sábado “muy contento” con el trabajo desarrollado por su Ejecutivo en los primeros 100 días de gobierno y lo calificó de un equipo “muy fuerte, sólido, cohesionado y con gente con mucha ilusión”.
Así lo indicó Rivero en una entrevista concedida a la Cadena Ser para realizar un balance de los cien primeros días al frente del Ejecutivo autónomo, del que dijo “está cumpliendo” y no prevé que se vea afectado por las elecciones generales, ante las que dijo no contempla ningún escenario diferente que no sea mantener los cuatro años al actual Gobierno.
Rivero también afirmó que los incendios forestales de Gran Canaria y Tenerife han sido el momento más difícil de estos primeros cien días de Gobierno, un hecho que reconoció “no fue un buen estreno”, pero ante el que defendió que el Ejecutivo “supo reaccionar bien y dio una respuesta acertada ante este primer envite”.
En cuanto a las relaciones con el PSOE y el Ejecutivo central, desmintió que el Gobierno canario quiera estar en una bronca permanente con el estatal y aseguró que lo que hace es defender los intereses de los canarios en asuntos como el “maltrato” a Canarias en los PGE, o la “pasividad e irresponsabilidad” el Estado ante la inmigración irregular y los menores extranjeros.
Respecto al papel de la oposición (PSOE), aseguró que no ha sentido que haya oposición en Canarias y que ve un PSOE todavía anclado en la noche electoral y con el mismo discurso de precampaña “que no ha cambiado ni un ápice”.
Rivero aseguró que el Ejecutivo regional “no se quiere pelear con nadie”, lo que diferenció del hecho de que el PSOE “esté montado en la bronca y no cambia ese dial desde la noche electoral”. Así, insistió en que el Gobierno canario “no quiere bronca” con Madrid sino que el Estado trate con Canarias “con equidad, con justicia y que nos dé lo que nos corresponde”.
“Pasividad e irresponsabilidad” en la inmigración
En línea con esta afirmación, Rivero criticó que el Gobierno central continúe “pasivo” ante la inmigración irregular “con centenares de muertos” y no se comprometa a afrontar la situación de los menores como un problema de Estado, mientras que Canarias cuenta con 1.000 menores “hacinados en los centros sin que le podamos dar la formación y preparación que estos chicos necesitan”.
“Qué es lo que tiene que seguir pasando, que tiene que volver a repetirse para que se den cuenta de que hay que hacer cosas”, se preguntó Rivero, quien reclamó al Gobierno central ponga como prioritario este asunto para que las autoridades europeas empiecen a atender este drama.
“Cuántos muertos más tienen que tragarse las aguas entre África y Canarias”, planteó el presidente del Ejecutivo canario, quien insistió en que el camino es la oferta “generosa” de cupos de trabajadores a toda el África Occidental a cambio de que estos países controlen a las mafias.
Rivero se preguntó por qué se quiere mirar para otro lado ante una situación en la que han muerto más de 3.500 personas, si en cualquier conflicto internacional en la que mueran más de 3.000 personas estaría en el punto número uno de cualquier agenda de gobernantes.
Frente a ello, destacó la actuación del Gobierno canario, que está acogiendo a más de 1.000 menores, así como la labor de las entidades humanitarias y de las fuerzas y seguridad del estado que actúan en las islas. “¿Es que puede hacer algo más la sociedad canaria o tiene que hacer algo más el Gobierno central?”, planteó.
En cuanto a la situación de los menores extranjeros, consideró “pura literatura” las afirmaciones del Estado sobre que Canarias desaprovecha los recursos económicos e insistió en que los 1.000 menores “los está pagando Canarias”.
Así, remarcó que se trata de una problemática muy especial en la que el Gobierno canario se siente “solo”, y que reiteró debe ser afrontada como un problema de Estado, en tanto que se trata de una situación de menores extranjeros ante la que se hace necesaria una modificación de la ley de Extranjería y la ley del Menor, y en la que defendió el Estado debe llevar a cabo una actuación “equitativa y justa”, en lugar de echar a pelear a las comunidades autónomas.
Sin fecha para la reunión con Zapatero
En cuanto a la reunión solicitada con el presidente del Gobierno estatal, José Luís Rodríguez Zapatero, Rivero también confirmó que no hay agenda fijada, al tiempo que indicó “no tengo un interés especial en ver a Zapatero”.
Al respecto, recordó que hizo una petición de una reunión urgente en septiembre cuando se produjeron las muertes de 10 inmigrantes en las costas de grancanaria, pero Rodríguez Zapatero “ha considerado que eso no era un tema urgente”. Por ello, indicó cuando se fije la reunión iré “a plantear claramente cual es la visión de Canarias sobre los asuntos que estamos exigiendo”.
También se mostró dispuesto a mantener una reunión bilateral con el secretario general del PSC-PSOE y presidente del grupo parlamentario socialista, Juan Fernando López Aguilar, “cuando las agendas se puedan conciliar”.
No obstante, reconoció que le hubiera gustado que López Aguilar “se hubiera mojado en defensa de los canarios” y lamentó la negativa del dirigente socialista a asistir al encuentro propuesto con las tres fuerzas políticas con representación parlamentaria, tras la cumbre celebrada el pasado sábado con la organizaciones empresariales, cámaras de comercio, sindicatos y universidades canarias en la que se acordó de manera unánime defender el REF y exigirle al Gobierno español que cumpla con Canarias.
Rivero destacó las “fantásticas” relaciones de su Ejecutivo con los cabildos insulares, así como con la Federación Canaria de Municipios (FECAM), que dijo “es muy fluida y de complicidad”.
También resaltó la relación “estrechísima, cordial y amistosa” con los alcaldes de las dos capitales canarias, Miguel Zerolo (Santa Cruz de Tenerife) y Jerónimo Saavedra(Las Palmas de Gran Canaria). Sobre este último, al que calificó como “un caballero de la política”, expresó su respeto y aprecio y se mostró convencido de alcanzar un acuerdo sobre la polémica surgida en el Consejo de Capitalidad sobre el reparto de fondos. “Cuando las personas son sensatas, responsables, y ponen por encima el interés general y la defensa de la ciudad, hay acuerdos”, afirmó.