Policía Nacional mantiene con la familia de Sara Morales una relación personal, en un caso que se ha convertido en reto
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 29 (EUROPA PRESS)
El inspector jefe de Homicidios del Cuerpo Nacional de la Policía en Las Palmas de Gran Canaria, César Fernández, asegura que los agentes mantienen una relación personal, más que profesional, con la familia de Sara Morales, la joven grancanaria desaparecida, y que este 30 de julio cumplirá cinco años sin saber de su paradero.
“Las relaciones personales se van estrechando, ya no es Nieves la madre de Sara y César el jefe de Homicidios, no; cualquiera de los de aquí --de los integrantes del equipo de Homicidios-- habla con Nieves por teléfono, queda con ella para tomar un café, hay una libertad absoluta. A mí me gusta que mi gente quede con Nieves porque Nieves enriquece, nos empuja y nos anima a trabajar”, subraya Fernández en declaraciones a Europa Press.
Tras cinco años de investigación, en los que se han abierto y cerrado líneas de investigación, el inspector jefe de Homicidios reconoce que son casos que se convierten en “retos personales”.
EVITAR EL VICTIMISMO
Por otro lado, en relación al trato entre Policía y familia, señala que en la comunicación que se establece, los agentes lo que buscan es “evitar el victimismo” aunque reconoce que “es muy complicado”.
El inspector jefe explica que en el grupo de Homicidios se trabaja con “desgracias muy personales y muy próximas como desapariciones” donde afirma el trato con la familia “es directo y continúo”.
Así, en relación con el caso de Sara Morales asegura que los primeros meses fueron “una locura” para los familiares porque los agentes tienen que hablar “mucho” con ellos a fin de reconstruir la vida de la persona desaparecida, en el caso de Sara “sus costumbres, colegio, amistades del colegio y todo eso lo facilita la familia”. “Eso se puede entender que es un machaque”, apostilló.
Añadió que “se tiene muchísimo cuidado a la hora de hablar” con los familiares y comunicarles cómo van las investigaciones porque, matiza, “hay ciertas cosas que no le pueden decir lo que estás trabajando, más que nada porque hay un secreto de sumario”, de ahí que indique la necesidad de “tener un control sobre lo que se le vas diciendo y sobre lo que no”.
Sin embargo, incide en que sí hay que mantenerle informados “puntualmente” aunque no se especifique ciertas cuestiones.
En este sentido, afirmó que ellos con la madre de Sara, Nieves, se han reunido “desde el primer día”. Aquí, apuntó que mientras en los tres primeros años se hicieron dichos encuentros en la Jefatura Superior de la Policía Nacional, después se decidió que “era mejor hacerla en su domicilio o tomando un café”, ya que reconoce que acudir a la Jefatura en este tipo de situaciones “estresa”.
Así, señala que con Nieves y familiares de Sara suelen quedar, más o menos, una vez al mes; mientras que las conversaciones telefónicas se realizan cada quince días aproximadamente. Por ello, asegura que la madre de Sara confía en los agentes. “Ella confía en nosotros y nosotros confiamos en ella”, afirma César Fernández.
Al respecto, reconoce que cuando Nieves recibe alguna información, la hace llegar a los agentes.
“Cuando quedamos con ella muchas veces no hablamos de la desaparición de Sara, le decimos lo que estamos haciendo pero esa conservación dura 2 ó 3 minutos, después pasamos a hablar de cosas personales, ya no es una relación profesional, es una relación personal”, así explica la relación de la Policía Nacional y la familia de la niña.
NIEVES “DA UNA FUERZA INCREIBLE”
Por otro lado, el inspector jefe de Homicidos también resaltó en varias ocasiones la fuerza que tiene la madre de Sara. Asegura que Nieves “da una fuerza increíble”.
Asimismo, consideró que la madre de Sara “tiene una cosa muy clara”, afirmó, al recordar unas declaraciones de Nieves cuando la joven cumplió 18 años de edad, y en las que ella indicaba que sabía que su hija no se ha ido voluntariamente porque de ser así, al cumplir la mayoría de edad la habría llamado.
“Nieves es un ama de casa pero que vive en la calle, una señora luchadora, ella sabe que su hija posiblemente no esté viva. Ella está preparada para el día de mañana si desgraciadamente encontramos unos restos y son de su hija, pienso que está preparada por las conversaciones que he tenido. Ella quiere saber qué paso, pasar página nunca se pasa página, pero tener una resolución para llorar algo o para ir a algún sitio a hablar con su hija”, señala.
LAS INVESTIGACIONES NO SE ARCHIVAN
Cuestionado si al pasar ya cinco años desde la desaparición de Sara, el inspector jefe aseguró que la Policía Nacional no archiva “ni provisional ni nada, ni se deja a parte por si acaso”; por contra, las investigaciones a nivel judicial, afirmó, “sí que se pueden cerrar, que tampoco se cierran, las archivan provisionalmente”.
Además, apuntó que en un tema “tan complejo” como el de Sara “siempre hay algo qué hacer” aunque reconoce que la investigación “cada vez se ralentiza más” pero “aquí no se cierra nada”.
En relación a la posibilidad de que hayan sacado a Sara de la isla de Gran Canaria, César Fernández incidió en que sacar a una menor del territorio nacional “es muy muy complicado”. De todos modos, indicó que “están mirados todos los puertos deportivos, qué la han sacado en un cayuco, complicado; para sacar a una persona a la fuerza de la isla tiene que ser por unos intereses muy importantes, Sara no deja de ser una niña normal y corriente, de una familia humilde”.
Asimismo, afirma que se han investigados los contactos de la desaparecida por internet, línea que dijo que está “casi” descartada, al igual que la de donación de órganos. “Todo lo que la gente se pueda imaginar se ha mirado, por muy disparatado que parezca”, subrayó.
Respecto a si pudiera existir relación entre la desaparición de Sara y Yeremi Vargas, a ambos le separan escasos meses, dijo que con la Guardia Civil están en contacto, “hay una relación estrecha” pero personalmente, aseguró no ver “ninguna coincidencia” por cuestiones varias aunque afirmó que no pueden descartarlo.
De todos modos, reconoce que la desaparición de Yeremi, meses después de la de Sara, creó una preocupación fuerte en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.
La investigación del caso de Sara Morales lo lleva directamente un grupo de ocho agentes del grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Canarias, junto a los que colaboran policías del Grupo de Homicidios de la Comisaría General de la Policía Nacional de Madrid.