Los muertos son responsabilidad de la dejadez de las instituciones, dice testigo de desprendimientos en Tenerife
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 2 (EUROPA PRESS)
Un turista que acudió ayer a la playa de Los Gigantes en el municipio tinerfeño de Santiago del Teide, Ricardo G., ha sentenciado hoy que “los muertos son responsabilidad de la dejadez o la desidia de las instituciones”, pues no había un sólo precinto en la playa, ni nadie les alertó de que en la zona en donde quedaron sepultadas las dos mujeres tras caer un talud de piedra no se podía estar.
Este testigo --que aseguró a Europa Press tomaba el sol a un metro “de la señora mayor”-- cuando llegó a la playa con su pareja vio dos balizas recogidas junto a la pared “a mis espaldas”. “Pensábamos que podrían ser de una obra de un muro nuevo que hay allí”. Nada, ni nadie les hizo pensar que en aquel lugar había riesgos ni de desprendimientos, ni de cualquier otra cosa.
“Estábamos en la arena cuando se oyó un estruendo y cayeron las piedras”, dijo este turista que se sorprendió al ver que desde donde habían caído el talud caía un chorro de agua que progresivamente comenzó a brotar “a gran presión”. “Seguramente, fue lo que reblandeció la tierra y por lo que cayeron las piedras”, observó.
Para Ricardo, lo más sorprendente ha sido ver “cómo en los medios de comunicación se habla de que se habían saltado el precinto”. “Me siento fatal. Hablan de imprudencia y es mentira. Es injusto que se diga esto de estas personas y sobre todo para su familia”, lamentó no sin indignación el joven que ha venido a pasar unos días en Tenerife y amigos de la isla le recomendaron el lugar.
“Imagino qué hubiera pasado si hubiéramos sido nosotros y mi familia estuviera viendo las noticias. Esta gente que ha muerto, está muerta por la desidia o la dejadez de las administraciones”, reiteró, señalando que, en todo caso, el precinto lo colocó un policía local que estaba en la zona para alejar a los bañistas, una vez comenzaron los propios usuarios a desescombrar.
SOLIDARIDAD
Ricardo ha explicado que en el momento del derrumbe hubo gente que quedó paralizada, pero la mayoría se acercó para tratar de rescatar a los que estaban sepultados. “Pensábamos que eran más. Fuimos nosotros los que encontramos a la señora mayor y el policía que estaba allí, al ver que seguían los desprendimientos nos dijo que no nos preocupáramos y que nos alejáramos.
Se dio cuenta de que estaba muerta“, reflexionó este joven que aseguró que contando como únicos medios las manos de los bañistas y algunos cubos y palos encontraron a la ciudadana británica que antes del suceso estaba con dos personas más, ”posiblemente su marido y su hijo“. Pasaron, según este testigo, más de 45 minutos hasta que llegó el despliegue.
“La verdad es que cuando pasó todo creímos que habrían más personas bajo los escombros”, aseguró este ciudadano dispuesto a ir a donde haga falta para defender a estas personas que ya no volverán, ni podrán contar su versión de lo que pasó.