Del Río asegura que no entregará su acta de edil de Santa Brígida

La ex concejal del Ayuntamiento de Santa Brígida, que cesó recientemente de todas sus responsabilidades en el grupo de gobierno, ha asegurado este jueves que es y sigue siendo del PP a pesar de que perdió “la confianza” en el alcalde satauteño, Lucas Bravo de Laguna, a la vez que confirmó que no devolverá el acta de edil que consiguió en las últimas elecciones, aunque tampoco se la entregará ni formará parte de ningún grupo de la oposición en la villa grancanaria.

“Soy del PP y sigo siendo del PP”, aseguró Del Río. “El alcalde me cambió del área de Servicios Sociales, que fue el motivo por el que yo me presenté como segunda en la lista al ayuntamiento, y perdí la confianza en él por repetidos desencuentros. Y ese es el motivo de que presentara mi dimisión”, explicó.

La popular no se quiso pronunciar sobre el expediente en el PP que el alcalde le ha anunciado y dijo que nadie de la dirección insular del partido se ha puesto en contacto con ella en los últimos días, ni por esta ni por ninguna cuestión.

En todo caso, Del Río descartó hacer entrega de su acta de edil y aseguró: “El acta me la dio el pueblo y no le voy a decepcionar. Voy a ir a los plenos y votar lo que es favorable al pueblo”.

Sobre Bravo de Laguna, reconoció que en el comité local del partido “todos están con él” y que “todos le siguen cuando él dice que algo es blanco o negro”. “Yo, en cambio, a veces veo que las cosas son grises y no voy a decir lo contrario”, razonó. “Él necesita gente que le diga amén a todo”, concluyó.

La ex concejal explicó que volverá a su puesto de funcionaria. “Porque yo no necesito el sueldo de mi cargo político para vivir. Es mala cosa ser de profesión político”, comentó.

“Pienso hacer lo mismo que en la anterior legislatura cuando el alcalde me cesó. Mantenerme en el PP y estarme quietita. Yo no pienso propiciar nada raro”, aclaró a preguntas de los periodistas, para explicar a continuación que a ella la convencieron, entre otros el actual alcalde, para que se presentara pues no quería continuar en la vida política.

Además, dijo que considera que el alcalde ha hecho un uso electoralista de ella. “Porque sabía la confianza que en mi tienen las personas mayores, que tienen mucha responsabilidad en que él sea el alcalde de Santa Brígida”.

Del Río quiso precisar, en contra de lo explicado por el alcalde, que las desavenencias no provienen de una disputa en cambiar los servicios sociales de edificio, sino que éstas provienen desde el inicio de la legislatura y han sido “muchas”, entre ellas el querer que votara favorablemente a “mociones con salvedades de intervención”. “Ahí dije que mejor que no asistiera al pleno porque votaría en contra”, dijo.

Sobre las críticas en varios medios de comunicación de Bravo de Laguna, Del Río dijo: “Antes era muy valiosa y ahora soy lo peor. Esos comentarios son, simplemente, algo anecdótico”.

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