Rivero: ''La administración pública es la asignatura pendiente de la democracia''
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero (CC), ha asegurado que a la democracia española le queda aún como “gran asignatura” la reforma de la administración pública, y aseguró que el Ejecutivo canario ya ha iniciado este proceso en colaboración con empresarios y sindicatos con el objetivo de simplificar procedimientos y “acercar” los servicios a los ciudadanos.
“Una de las asignaturas de la democracia española es la administración publica, es la gran asignatura. Una de las reformas estructurales que tiene que emprender el Gobierno español es la de la administración pública. Nosotros [el Ejecutivo regional], en el ámbito de nuestras competencias, no nos quedamos en hablar de reformarla, sino que lo estamos haciendo consiguiendo una administración más cercana al ciudadano y eliminando burocracia,” explicó el presidente regional canario en una entrevista al programa El Envite, este jueves en la Televisión Pública Canaria.
Rivero defendió que “trámites que para los ciudadanos tomaban 4 o 5 meses, ahora se resuelven en una sola visita a una oficina del Gobierno de Canarias en Las Palmas de Gran Canaria o Santa Cruz de Tenerife, o las oficinas en colaboración con los Cabildos en el resto de las islas”.
Además, el nacionalista canario destacó que mantiene una línea de colaboración con empresarios y sindicatos a través de una mesa de trabajo, en la que se están “identificando procedimientos para los que es necesario impulsar su simplificación y, por ejemplo, eliminar papel, tiempo y burocracia en un 20%”.
El también líder de CC se mostró convencido de que la crisis económica que está viviendo España y el mundo va a “cambiar la forma de hacer las cosas”. “Después de la crisis yo creo que nada va a ser igual, va a haber un cambio de cultura importante y todos vamos a tener que intentar hacer las cosas bien hechas, los políticos, los empresarios, los ciudadanos de a pie y los medios de comunicación”, dijo.
En este sentido, se mostró convencido de que “la competitividad, la apuesta por la excelencia y las cosas bien hechas es lo que va a primar” y por ello se negó a “caer en el conformismo de no cambiar la cultura”. “No voy a renunciar a ello, porque tenemos que hacerlo; la cultura del esfuerzo, de la dedicación y del trabajo y el cambiar la forma de hacer las cosas debemos hacerlos todos”, concluyó.