El salón de plenos reabre sus puertas

El Parlamento de Canarias reanudará este martes su actividad en el salón de plenos, tras la obra de emergencia a la que ha sido sometido en los últimos seis meses y que le ha llevado además a dotarse de un plan director, una hoja de ruta para planificar futuros trabajos y la expansión de la Cámara.

La remodelación efectuada en el salón de plenos fue presentada este lunes en rueda de prensa por el presidente de la Cámara autonómica, Antonio Castro; el vicepresidente segundo, Juan Carlos Alemán, y el arquitecto director de la obra, José Miguel Marqués Zárate.

Juan Carlos Alemán destacó que la obra está “inacabada” porque se ha detectado otro problema en la escalera de acceso a la parte alta del salón de plenos, en donde el material ha cedido y hay que afrontar una nueva reconstrucción.

Además el arquitecto José Miguel Marqués señaló que al final del periodo de sesiones, un equipo de especialistas en Bellas Artes designado por la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife en coordinación con la Mesa del Parlamento se encargará de restaurar los dos cuadros que pintó González Méndez en 1906.

Al respecto, el arquitecto detalló que seguramente detrás del tapiz con los símbolos de la Comunidad Autónoma hay un tercer cuadro que en su momento fue ocultado, algo que deberán investigar los restauradores.

Juan Carlos Alemán manifestó asimismo que será necesario crear una unidad “ajena a la política” para conservar el edificio, ya que los diputados son “provisionales” pero la sede del Parlamento no lo es.

Por ello las fuerzas parlamentarias han consensuado un plan director para desarrollar las obras en el futuro porque “no puede ser” que cada legislatura “se pinten las paredes de un color distinto”, dijo como ejemplo, lo que no soportan “ni el edificio ni la vista”.

El objetivo básico del plan director, que tendrá “un desarrollo muy largo”, es que el Parlamento crezca en torno a la manzana que ahora ocupa, entre las calles del Castillo y Pérez Galdós, pues se parte de la premisa de que la Cámara continuará en su actual sede ya que no es lógico alejarla del centro de Santa Cruz de Tenerife.

El arquitecto subrayó que “sin violentar la voluntad” de los propietarios, el Parlamento tiene interés en cualquier edificación de dicha zona que “entre” en el mercado inmobiliario, pues cubriría sus expectativas de crecimiento.

No obstante, Juan Carlos Alemán advirtió de que la Cámara no quiere incentivar “la morbosidad inmobiliaria” a su alrededor y reiteró que se trata de planes a muy largo plazo.

El presidente del Parlamento canario, Antonio Castro, expresó su voluntad de no crear “falsas expectativas” sobre esta cuestión y especificó que la Administración siempre paga el valor de un edificio según su tasación, y “las cosas valen hoy menos que hace cinco años, es algo que está en función de los tiempos”.

Precisó que ha sido su empeño como presidente definir cómo debe afrontar el futuro el Parlamento y se ha dejado claro que la sede debe seguir siendo la misma, un edificio histórico “con bastantes necesidades” que exige una atención “cuidada y permanente”.

Juan Carlos Alemán recordó que el edificio es un Bien de Interés Cultural, como lo son los dos cuadros de González Méndez, y para conservar este tipo de inmuebles “hay que quererlos”.

Las obras se iniciaron en septiembre tras “la primera señal de alarma”, un informe que detectaba termitas, y aunque hace 25 años se hizo un tratamiento contra esta especie en el inmueble se creyó razonable investigar si había más zonas afectadas.

Entonces se descubrió que una parte del fondo del hemiciclo estaba “destrozada” y en peligro “inminente”, pues la madera “se hacía arena” al tocarla con la mano, añadió.

El arquitecto José Miguel Marqués precisó que la madera tenía “un estado lamentable” ya que era “de mala calidad”, la utilizada con pocos medios por la Sociedad Santa Cecilia en el inicio de la construcción de lo que fue inicialmente un escenario.

Tras más de un siglo de construido el edificio, “lo que había que comerse ya se lo comieron las termitas” y ahora se ha dado un tratamiento contra los xilófagos para otros 30 años, aunque no se han detectado colonias “activas” de estos insectos.

Ahora la estructura está “perfectamente consolidada” y se ha reforzado todo el perímetro del salón de plenos, en el que además se han instalado catorce tubos de 90 centímetros de canalizaciones de reserva para futuras instalaciones tecnológicas.

En las obras han trabajado unas 40 personas y según dijo Juan Carlos Alemán, aún no se sabe la inversión realizada porque se trata “de una obra de emergencia” que se unirá a los nuevos trabajos.

“La obra vale como una esquina de uno de los cuadros porque ¿cuál es el valor de los bienes culturales?”, señaló Alemán, quien afirmó que al final el coste pasará por la Intervención del Parlamento “porque no es un secreto de Estado”, mientras que Antonio Castro se mostró convencido de que la cantidad será “pequeñísima”.

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