Sanidad atiende a más de 61.000 personas a través del Programa Retisalud en 60 zonas básicas de Canarias
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 22 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Programas Asistenciales, ha instalado un total de 32 retinógrafos no midriáticos que dan cobertura a 60 zonas básicas de la Comunidad Autónoma y han permitido dar atención a más de 61.000 personas, en el marco del Programa Retisalud, que permite que a los pacientes con diabetes se les diagnostique de forma precoz si presentan retinopatía diabética para poder tratarla cuanto antes y evitar así su evolución hacia la ceguera.
La implantación y posterior expansión del programa, desde el pasado año, ha conseguido dar cobertura a 61.117 personas con diabetes, según se desprende en un comunicado de la administración regional, en el que se señala que con esta iniciativas se apuesta por los sistemas informáticos, aplicándolos a los centros sanitarios para mejorar la accesibilidad y la calidad de los servicios que se prestan a los pacientes, además de optimizar la gestión de los recursos y mejorar la coordinación de Atención Primaria y Atención Especializada.
Para la puesta en funcionamiento de los 32 retinógrafos no midriáticos, la Consejería de Sanidad ha formado en este campo a más de 200 médicos de familia en el último año, y actualmente están acreditados en la formación 708, que suponen el 66 por ciento de los facultativos de Canarias.
El objetivo de la Consejería de Sanidad es extender el Programa Retisalud a las siete Islas. Y es que la diabetes es una enfermedad de elevada prevalencia en Canarias, consistente en un aumento de la cantidad de azúcar en sangre, que puede llegar a producir complicaciones en la salud de las personas que la padecen. Uno de esos problemas afecta a la vista.
La retinografía digital es una prueba diagnóstica que permite la detección precoz de una patología asociada a la diabetes como es la retinopatía diabética. El sistema es sencillo, no agresivo y sin efectos secundarios, por lo que el paciente puede marcharse a casa por sus propios medios, tardando unos minutos en realizarse.
El análisis se realiza a través de una fotografía del fondo de ojo, y el resultado es valorado por su médico de familia a través de la historia clínica electrónica, que remitirá al oftalmólogo aquellas imágenes dudosas o patológicas. El paciente no tiene que preocuparse de pedir cita para conocer los resultados ya que será informado en el próximo control que realice con su médico/a o con su enfermero/a.
El Programa Retisalud utiliza la Telemedicina, de tal manera que el proceso de valoración de las imágenes por parte de los distintos profesionales se realiza sin que el paciente esté presente. Este sistema permite detectar la retinopatía antes de que el paciente tenga síntomas, para obtener mejores resultados con el tratamiento, posibilitando la reducción de la ceguera por esta enfermedad.
PROTOCOLO
Por otro lado, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias tiene en marcha --en todas las consultas de Oftalmología de los hospitales y Centros de Atención Especializada de la Comunidad Autónoma-- el Protocolo para el Diagnóstico y Seguimiento de las Distrofias de Retina.
La elaboración y aplicación de este protocolo responde a la necesidad de homogeneizar las pautas de actuación, tanto en el diagnóstico como en el seguimiento de este problema de salud, que puede representar una causa de incapacidad importante. El objetivo perseguido es contribuir a la investigación a nivel nacional, para avanzar en la búsqueda de posibilidades terapéuticas.
El Protocolo dedica una parte relevante de su contenido al estudio genético para establecer patrones de herencia y determinar los casos de riesgo. Gracias a estos estudios, es posible instaurar controles previos a la aparición de los síntomas y realizar el consejo genético. Existe de esta manera un gran interés científico e investigador para un mejor conocimiento de las bases genéticas de la enfermedad que permitan en un futuro tratamientos curativos basados fundamentalmente en trasplantes celulares y terapia génica.
Así, se pretende lograr que las intervenciones diagnósticas sean más precisas y, a través de los registros de pacientes que se elaboren, valorar la importancia de estas enfermedades en Canarias.
El Protocolo de Distrofias Retinianas --fruto de la colaboración entre la Consejería de Sanidad y la Asociación de Retinosis Pigmentaria de la Comunidad Canaria-- fue elaborado por un equipo multidisciplinar de profesionales de los hospitales de referencia de la Comunidad Autónoma, de las especialidades de Oftalmología, Neurofisiología y Genética, bajo la coordinación técnica del Servicio de Atención Especializada de la Dirección General de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud (SCS). Distrofias de retina
Todas las partes del ojo son importantes para percibir la información visual pero la retina, la capa que cubre la parte interna del globo ocular, es la parte vital del sistema. Es una porción del cerebro que se proyecta hacia las estructuras superficiales del organismo con el fin de recibir los rayos luminosos que provienen del mundo exterior, pero carece de capacidad de regeneración, por lo que cualquier alteración patológica suele tener graves consecuencias. Se trata de enfermedades de una extraordinaria complejidad y heterogeneidad genética.
Su transmisión puede seguir un patrón de herencia mendeliano existiendo también casos no familiares o transmisión no mendeliana. Hasta el momento, se han identificado cerca de 100 genes implicados ya que las distrofias de retina son un conjunto de enfermedades de gran complejidad genética y clínica ante las que el estudio genético puede proporcionar la confirmación diagnóstica y facilitar la prevención en los familiares de riesgo a través del consejo genético. El estudio genético tiene por tanto implicaciones diagnósticas preventivas y posiblemente en el futuro, terapéuticas.
Aunque se nace con la enfermedad, es raro que se manifieste antes de la adolescencia. Por tanto, la persona afectada no es consciente de su enfermedad hasta que ésta se encuentra en fases avanzadas, de ahí la importancia del diagnóstico precoz. Las distrofias de retina suelen ser diagnosticadas en adultos jóvenes, aunque ciertas formas son evidentes en la infancia temprana y otras no aparecen hasta la vejez.
La evolución de esta enfermedad es muy variable y no afecta de igual manera en todos los casos. Un buen diagnóstico clínico basado en estudios sistémicos, oftalmológicos o electrofísicos, entre otros, es fundamental desde el principio. Asimismo, el origen genético en la mayoría de los casos y su carácter hereditario imponen un esfuerzo especial en el tratamiento preventivo. Un buen historial familiar permitirá el adecuado consejo genético y orientará el estudio y diagnóstico molecular, cuando éste sea posible.