Sepla tilda de fraudulento el primer ERE de Binter
El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) ha tildado de fraudulento el primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Binter Canarias y ha dicho que será la justicia la que decidirá sobre el asunto, según informó la organización sindical en una nota de prensa.
De esta manera, recordó que el Juzgado de lo Social nº6 de Las Palmas de Gran Canaria dirime estos días sobre el primer ERE que presentó la aerolínea a sus empleados en el año 2011.
“Un ERE que pretendía despedir a 65 tripulantes (técnicos y de cabina) de los 129 tripulantes de Binter Canarias que componían entonces la plantilla, y que finalmente la resolución de la Dirección General de Trabajo limitó a 18”, matizó Sepla.
Para el sindicato, este ERE fue otro paso más hacia la progresiva descapitalización de Binter Canarias tanto en flota como en personal. “Un posterior expediente de regulación de empleo --añadió-- y la política de la compañía de empujar a sus empleados a abandonarla para trabajar en Canair y Naysa (las otras dos aerolíneas que conforman el Grupo Binter) ha dejado a la empresa matriz, Binter Canarias, operando con un solo avión y cinco pilotos”.
Aquí, la organización apuntó que Binter Canarias ha justificado sus dos expedientes de regulación de empleo alegando pérdidas económicas pero que las cuentas del Grupo demuestran, sin embargo, que dichas pérdidas responden al traspaso de capital de unas empresas del Grupo a otras, concretamente de Binter Canarias, a Canair y Naysa.
Estas dos últimas compañías aéreas, que operan con la marca comercial y la imagen de Binter Canarias, han ido creciendo en personal y flota de forma paralela al vaciamiento de producción de la matriz.
El jefe de la Sección Sindical de SEPLA en Binter Canarias, Jorge López del Amo, lamentó que “el entramado del Grupo Binter es perfecto para acabar con los derechos laborales de sus trabajadores”.
“Sólo tienen que moverlos de una empresa en la que existe un convenio colectivo a otras empresas nuevas en las que no existen garantías mínimas básicas y después, alegar unas pérdidas económicas que son ficticias”, aseveró.