La tasca Camino al Jamonal reforma su espacio sin perder ni una pizca de su alma
La emblemática tasca Camino Al Jamonal, referente del buen comer en Las Palmas de Gran Canaria, acaba de reinterpretar su espacio físico sin perder un ápice de la personalidad y el encanto que la han convertido en visita obligada para amantes de la buena gastronomía. La reciente reforma ha supuesto mucho más que una transformación estética: amplias ventanas, una generosa invasión de luz natural y la desaparición de tabiques han generado ese efecto deseado de confortabilidad y serenidad, invitando a quedarse y disfrutar en un ambiente cálido y familiar. De ahí que este Juernes de Por Fogones vaya dedicado a ellos.
El rediseño no ha restado magia al local, sino que la tradición y el legado se mantienen intactos y revitalizados, dialogando en armonía con un aire moderno. La magia de siempre continúa presente —ese ambiente especial que surge de la atención personalizada y de los detalles— pero ahora envuelta en una atmósfera más luminosa y abierta, donde el comensal se siente aún más acogido por la calidez y la personalidad de los hermanos Miguel y Alberto Herrera, junto a su equipazo.
Un capítulo aparte merece la barra, codiciada por habituales y nuevos visitantes. La intervención arquitectónica ha permitido que gane espacio, alcanzando una esquina estratégica del local y repartiéndose en diferentes ubicaciones. Esta nueva configuración contribuye al dinamismo del servicio y a la interacción entre comensales, logrando que cada rincón tenga su propia chispa y permitiendo que la barra conserve ese papel protagonista tan apreciado en el Camino Al Jamonal.
La apuesta por la comodidad no solo se traduce en beneficio para los visitantes. El equipo de sala y cocina también se ve favorecido por las mejores condiciones de trabajo, lo que repercute en un servicio más ágil y una dedicación aún mayor al detalle que distingue su cocina. Se trata de una reforma pensada desde la excelencia: llevar el espacio físico al mismo nivel de calidad y exigencia que ya define cada propuesta gastronómica del local.
Y si hablamos de lo mejor y lo que siempre se destaca de Camino al Jamonal son sus platos, empezando por el montadito de jamón ibérico, que es algo que debería ser obligatorio en cada mesa. Pero mucho ojo a la cecina de El Capricho que están trabajando ahora, es completamente adictiva, les aviso. De sobresaliente los tomates con anchoas, estas últimas juegan en una liga propia, y pregunten por los lateríos gourmet, no se arrepentirán. Todo ello regado con una buena caña o el Vermouth Picofino, que aquí sirven de grifo, son el comienzo perfecto a la fiesta, sin olvidarnos de su sempiterno pan con alioli.
A la hora de comer, aquí la fiesta siempre sale mejor para compartir. El salmorejo con su toque secreto que le da textura y sabor a partes iguales, las gambas al ajillo, sus croquetas de cherne de toda la vida, los huevos rotos o la alcachofa con jamón o sobrasada, a gusto del comensal, son platos que siempre son ganadores en mesa o barra. La última vez que estuve dispensaban un fuera de carta en forma de Guiso de Verdinas y Pulpito que les aseguro estaba para remojar pan y dejar el plato limpio. Ojo a ese plato, amenaza con volverse fijo en la propuesta.
Pero si hablamos de sus platos estrellas, los que son marca de la casa, aquí el trío ganador está claro. Sus ensaladillas (caramelizada o con gambas al ajillo), la ropa vieja, para muchos (entre los que me encuentro) la mejor de la isla, o los calamares a la romana son esos bocados que rara vez dejo de pedir. Y aunque yo no los suelo pedir, es cierto que siempre veo salir de sus cocinas los dos tipos de arroces que aquí se elaboran.
De postre, ya saben, la torre mágica de Babel que Miguel recita para deleite del comensal y sobre todo para poner en duda qué pedir. Eso sí, si tienen suerte de que ese día haya cocinado su maravilloso flan, siempre les digo que no tienen postre mejor que ese. Ayúdenme a que lo elabore más veces y pídanselo cada vez que tengan ocasión.
Un ejemplo de la hospitalidad y la sensación de “comer en casa” que ofrece la tasca Camino al Jamonal se ha podido ver en esta pasada edición de San Sebastián Gastronómika, donde cocinaron en un txoko donostiarra cautivando a toda una sociedad que lleva la gastronomía por bandera. Para ello además los acompañó Ale Mederos (Anteo y Dosss), que es otro de esos jóvenes cocineros grancanarios cuyas casas son apuestas por el disfrute y la felicidad. Todo ello bajo el paraguas y la organización de la Consejería de Industria y Comercio del Cabildo de Gran Canaria y la Cámara de Comercio de Gran Canaria, con el sello de Gran Canaria Me Gusta.
El resultado es indiscutible: Camino Al Jamonal reafirma su identidad tras la obra, sumando modernidad y funcionalidad pero reteniendo esa magia que tantos fieles le ha hecho ganar a lo largo de los años. Una experiencia renovada donde espacio y cocina comparten el mismo objetivo: ofrecer lo mejor, siempre.
Si les apetece pueden seguirnos en Instagram, X y TikTok bajo el nick @javiers_gastro
0