Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.
Entrevista con Jean-Claude Mézières (Barcelona 2006)
“Valerian es una obra en construcción”
Jean-Claude Mézières
Es uno de los mitos vivientes del cómic europeo. Nació en París, Francia, en 1938. Es un gran ilustrador, copiado e imitado por todos los dibujantes que han querido hacer cómics de ciencia ficción, y por muchos directores de cine -aunque no lo confiesen. Es el padre gráfico de Valerian y Laureline, agentes espacio-temporales, y nos cuenta el futuro que les espera.
Son muchas las visitas que ha realizado a España a diferentes encuentros y salones, ¿eso quiere decir que Valérian se vende bien en nuestro país?
Pues, precisamente, no conozco las Islas Canarias… ¡A ver si alguien me invita (risas)! Es cierto que he estado muchas veces en España. La primera vez que vine al Salón del Cómic de Barcelona fue hace treinta años, creo que fue uno de los primeros salones. También estuve en La Coruña y en Madrid, pero no en un salón del cómic.
La verdad es que, gracias a los salones del cómic, me he recorrido toda Europa. En cuanto a si Valérian se vende bien o no, esto se lo tendrían que preguntar a mi editor… Mi contacto con los lectores y aficionados es en estos eventos, a los que me invitan para que firme ejemplares de mi obra. Yo vengo y hablo con los que se acercan para que les dedique un álbum. Claro, estas personas vendrían siempre, porque les gusta lo que yo hago. Si me dejo llevar por lo que ellos me dicen, pues creo que Valerian tiene mucha aceptación. Pero si tengo que decir si la obra es un éxito o no, pues la verdad es que no lo sé.
Portada de la edición española, publicada por Norma Editorial.
Lo cierto es que Valérian lleva mucho tiempo editándose, incluso ha cambiado de editores para seguir saliendo, lo que demuestra que hay un cierto interés...
Sí, es cierto. Valérian se ha convertido, con el paso del tiempo, en un elemento importante dentro de la historia del cómic actual, del cómic de ciencia ficción y, sobre todo, porque cuando se empezó a editar no se realizaban muchos cómics de ciencia ficción en esos momentos, lo que le ha dado una cierta importancia y una continuidad hasta el día de hoy.
Sin embargo, muchos otros trabajos suyos siguen inéditos en España. Se publican sus álbumes de Valérian, se publicó Los pasajeros del cielo, pero sus álbumes Los Extras de Mezieres y otros trabajos no se editan. ¿Sabe si saldrán, por fin, en nuestro país?
No me toca a mí tomar esa decisión. Es el editor español el que debería decir esto me interesa publicarlo. Yo estaría encantado (risas). Por lo que me comenta mi editor francés parece que no tienen mucha seguridad en que hubiera suficientes personas interesadas en comprarlos. De todas formas, como hablamos de libros de ilustración, la diferencia entre que el libro esté en francés o en español es muy poca y me imagino que los aficionados españoles interesados en mi obra se lo habrán comprado en francés si les interesa. Si no lo han hecho, yo les recomendaría que lo compraran en francés, ya que la diferencia es muy poca y no creo que sea necesario realizar ese cambio en la edición. Además, mi editor se pondrá muy contento y yo también (risas).
Laureline
Valérian lleva muchos años publicándose, forma parte de las primeras lecturas de muchos aficionados. ¿Cómo crearon a Valerian?
Pierre Christin y yo éramos amigos desde la infancia, desde muy pequeños. Como anécdota te comentaré que nos conocimos en un refugio antiaéreo durante la Segunda Guerra Mundial, y éramos lectores de novelas de ciencia-ficción en los años cincuenta, cuando éramos adolescentes. Devorábamos todas las lecturas de esta temática que pasaban por nuestras manos, compartíamos esas lecturas. Pierre estudió Periodismo, ahora es profesor en la universidad. Yo estudié en la Escuela de Artes aplicadas de París y me dediqué a la ilustración. En 1965 nos reencontramos en Estados Unidos, yo trabajaba como vaquero y él, como profesor de francés en Salt Lake City.
Decidimos hacer algo juntos al volver a Francia, donde la historieta pasaba en ese momento por un cierto auge. Cuando nos planteamos qué hacer no lo teníamos claro. Una historia policíaca, algo del oeste, aquello me daba la sensación de que no era lo mío. Entonces nos dimos cuenta de que no se hacía nada de ciencia ficción. Pierre no lo dudó y me propuso hacer una pequeña historia de ciencia ficción. A mí me pareció formidable. Pilote aceptó el proyecto y el primer álbum se publicó en 1967.
Pierre Christin y Jean-Claude Mézières
En ese momento yo era un dibujante principiante y cuando me enfrenté a la primera página del primer álbum -en la que se veía una gran imagen, inmensa de Galaxity, la megalópolis del siglo XXIII- me encontré con que no tenía nada en lo que apoyarme, porque no había nadie más haciendo esto. Así que, por eso, empezamos con los viajes en el tiempo, para poder ir a la Edad Media y poder dibujar cosas que dominaba más. En el segundo álbum visitaban una ciudad de Nueva York de su pasado, pero un futuro cercano a nosotros, casi contemporáneo, y eso me permitió ir subiendo peldaños, poco a poco, de uno en uno, hasta llegar al tercer álbum, en el que ya nos lanzamos al espacio y que ha servido de inspiración, de apoyo, a mucha gente para desarrollar estilos y decorados.
Hay un autor de ciencia ficción, Jack Vance, que hace uso de ambientes que recuerdan a los suyos en Valerian. ¿Lo ha leído?
Sí, claro. Podría decir que para inspirarme he leído todos los autores clásicos de la ciencia ficción. No soy bueno para con los nombres, pero podría recordar a Jack Vance, Asimov y Philip K.Dick, aunque éste es más tardío. Pierre Christin te podría dar muchos más nombres. En realidad, él -como guionista- es el que busca las ideas que conforman el esqueleto de la narración y yo busco la visión que hay que dar. En un momento dado se puede cambiar la estructura de la narración por culpa del dibujo, porque se complementan. Eso es fundamental, todo está en construcción. Somos como dos artesanos que trabajamos con dos paletas a la vez en la construcción de una casa. Yo pongo el ladrillo, él pone el cemento. Vamos hablando mucho, intercambiando información para acabar la obra y que sea la casa que los dos queremos, o que nos gustaría que fuera.
Laureline y Valérian.
¿Qué no ha hecho con Valérian que le gustaría hacer?
Creo que todo lo que he querido hacer con este personaje, con esta serie, lo he hecho, porque cada nuevo álbum de Valérian cambia de dirección. Todos los álbumes de Valerian son muy diferentes en el ambiente, la atmósfera, los sitios donde ocurre, y todo ello buscando que los álbumes tengan una coherencia, una continuación, pero siempre intentando dibujar cosas que me gusten, cosas fantásticas. No soy un dibujante al que le guste realizar cosas cotidianas. Trabajo mucho y busco documentación en los libros, en otros trabajos que realizo que no son para Valerian, pero que me puedan servir de inspiración para este trabajo, que es el que más me gusta. Por eso cuando cojo otros trabajos, intento que sean trabajos para películas, que me permitan viajar, salir de mi taller. Hace dos años realice unos diseños para la ciudad de Lille, que fue Capital Cultural Europea. Las ambientaciones, torres, estructuras eran diferentes, pero seguía teniendo el espíritu de Valérian. Cuando realizo las páginas me vuelco en ellas, me gusta y lo doy todo. Para mí, dibujar requiere un esfuerzo. Al finalizar un trabajo acabo agotado. No soy un dibujante incontinente que está dibujando en todos lados. Y si hubiera algo que no haya hecho con Valérian y que me gustaría hacer, no sé lo que es, te aseguro que lo haré algún día (risas).
© Patricio García Ducha, Juan Antonio Rodríguez Armas y Eduardo Serradilla Sanchis, 2017
Valerian © 2017 Pierre Christin y Jean-Claude Mézières
Valerian © 2017 Dargaud
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23 años de cárcel
En Canarias Ahora podemos atestiguar que el Lawfare existe. Lo vivimos de cerca entre 2015 y 2022 cuando informamos con todo detalle de cómo el exministro José Manuel Soria (PP) y el exjuez Salvador Alba conspiraron para acabar con la carrera política y profesional de la magistrada Victoria Rosell (Podemos). Y lo volvemos a vivir ahora con el intento de Alba de vengarse en la persona del director de nuestro periódico, Carlos Sosa, tras haber sido descubierto, juzgado y condenado a los tres delitos más graves que puede cometer un juez (cohecho, prevaricación y falsedad en documento judicial) a seis años y medio de prisión y 18 de inhabilitación.
Con la ayuda de una jueza de Madrid que ha desoído incluso al Ministerio Fiscal, Alba ha conseguido que Carlos Sosa se siente en el banquillo para responder a una petición de 23 años de prisión y a una indemnización de 422.500 euros simplemente por haber informado con todo rigor de sus delitos y de sus trapisondas para eludir la acción de la justicia.
Portada de la edición española © Norma Editorial, 2017
Para más información sobre la serie gráfica Valerian agente espaciotemporal, por favor, consulten las web de las librerías especializadas http://www.leprechaun.es/ y https://www.facebook.com/Comic-Sería-113688985378806/
Sobre este blog
Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.