Condenan al comisario de Arrecife por conducir ebrio

Alexis González / Alexis González

El actual comisario local de la Policía Nacional en Arrecife ha sido condenado por una juez de Santa Cruz de Tenerife a seis meses de multa con cuota diaria de seis euros, por conducir bajo los efectos del alcohol, y a cinco meses de prisión por un delito de desobediencia grave, ante su negativa a someterse a la prueba de alcoholemia para calibrar su estado de embriaguez.

Los hechos de los que ha tenido conocimiento CANARIAS AHORA por medio de la sentencia 392 / 2012 del Juzgado de lo Penal número 8 de Santa Cruz de Tenerife se remontan a abril de 2008, cuando el comisario Federico Teodoro Pérez era el número dos en el escalafón policial de la provincia occidental canaria, y fue descubierto in fraganti por dos policías locales.

En la sentencia de 19 de noviembre, la juez Esther Nereida García Afonso da por probado que sobre las 01:50 horas del 27 de abril de 2008, el entonces jefe de la Unidad de Coordinación Operativa Territorial (UCOT) de la Comisaría Provincial de Santa Cruz de Tenerife circulaba bajo los efectos del alcohol con un Nissan Almera de su propiedad por la Avenida 25 de Julio de Santa Cruz, “con sus facultades fisico-psíquicas disminuidas” a causa de la borrachera.

Fue entonces cuando todo se complicó. Al parar el comisario su vehículo en mitad de la calle para bajarse y recoger la defensa delantera que se le había desprendido, otro conductor que transitaba junto a su esposa por 25 de Julio a bordo de un Volkswagen Polo se percató de que “presentaba dificultades para ello y se tambaleaba”, y se prestó a ayudarle, rehusando en ese momento la ayuda el policía y reanudando la marcha de tal forma que chocó contra el Polo.

Lo que había surgido como una buena acción de un conductor hacia otro en apuros nocturnos acabó convirtiéndose en una rocambolesca huída con final patético en la calle donde vivía el exjefe UCOT de Tenerife: el conductor que le ofreció la ayuda, al ver que el choque le dejaba sin espejo retrovisor, cruzó su vehículo delante del Nissan para exigir al policía que le diera los papeles de su seguro, pero el comisario se negó y continuó rumbo hacia su casa.

Perseguido por la pareja del Polo y “conduciendo de forma zigzagueante” el Almera, en las inmediaciones de la Plaza Weyler le perdieron la pista y alertaron a dos policías locales de lo que había sucedido calle arriba. Activada la búsqueda, unos diez minutos después otros dos agentes del cuerpo municipal dieron con el vehículo estacionado en una acera de la céntrica calle Duggi, justo enfrente donde más tarde se descubriría que vivía el comisario ebrio.

El panorama fue peor de lo esperado. Los locales hallaron al UCOT durmiendo en el interior del coche, cuando solo habían pasado diez minutos del incidente con el Polo en la Avenida 25 de Julio, con una evidente borrachera encima, dado su “aliento alcohólico, ojos enrojecidos, habla pastosa, le costaba entender lo que se le decía, estaba desorientado, no mantenía la verticalidad del cuerpo, se tambaleaba, al abrir el coche desprendió olor a alcohol”.

Recoge la sentencia que estos dos miembros de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, así como un subinspector que se personó en el lugar de los hechos poco después, “requirieron verbalmente en diversas ocasiones al acusado a fin de someterse a la prueba de alcoholemia y le advirtieron que en caso de negarse a ello podría incurrir en un delito..”, y en la misma se indica que el comisario se identificó como tal y el subinspector decidió no detenerlo, como suele ser el procedimiento habitual ante la negativa a soplar por la boquilla del etilómetro.

Lo cierto es que los municipales, según la sentencia, informaron en la misma calle al UCOT de los delitos que se le imputaban, dos contra la seguridad del tráfico vial, “no procediendo en ese momento a su detención, sino que tras el inicio de las diligencias policiales [...] a la mañana siguiente se procedió por escrito a la citación del acusado a juicio rápido por delito y a la información de sus derechos en calidad de imputado en su domicilio”.

Como es obvio, no hubo conformación del jefe UCOT en Instrucción a la pena propuesta para el juicio rápido y se abrieron diligencias previas desde el 9 de mayo de 2008 que concluyeron en noviembre pasado, cuatro años y medio después, en la condena a penas y multas mínimas por dilaciones indebidas, en un proceso contra el segundo de la Policía Nacional en Tenerife del que nada ha trascendido a la opinión pública durante todos estos años.

En sus conclusiones durante el juicio oral celebrado el 12 de noviembre pasado, el Ministerio Fiscal solicitó para el comisario Teodoro Pérez una multa de doce meses con una cuota diaria de 20 euros y privación del derecho a conducir durante dos años y seis meses, por el delito de conducción bajo los efectos del alcohol, seis meses de prisión por el de desobediencia grave, al negarse al control de alcoholemía, y otros dos años y medio sin permiso de conducir.

La juez redujo al final la multa a seis meses con cuota de seis euros al día y la condena a cinco meses de cárcel, con la retirada del carnet de conducir durante un año. En la sentencia, la juez argumenta la pena mínima -conducir ebrio conlleva de tres a seis meses de prisión o de seis a doce meses de multa; negarse a la prueba, de seis meses a un año de prisión-, no solo por las dilaciones indebidas durante tres años (2008-2011) en la fase de instrucción, sino atendiendo a los “escasos daños materiales ocasionados” por su forma “zigzagueante” de conducir.

Traslado forzoso y nuevas imputaciones

La sentencia de 19 de noviembre de 2012 no ha sido recurrida y ha devenido en firme, lo que supone la apertura de un expediente disciplinario previsto con la suspensión de empleo del comisario, destinado a la Comisaría Local de Arrecife desde octubre de 2009, justo cuando la fase de instrucción de su caso fue convertida en procedimiento abreviado y desde Jefatura se invitó al comisario a solicitar la plaza de su categoría en Canarias más lejana de Santa Cruz.

Federico Teodoro Pérez es el mismo comisario jefe de Arrecife imputado por un juzgado de la capital de Lanzarote por el delito de trato degradante contra un matrimonio de policías del puesto fronterizo del aeropuerto de la isla, cuya declaración, así como la del secretario local de la Comisaría y el jefe del puesto fronterizo de Guacimeta fueron aplazadas este lunes.

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