La juez a tres acusados por menudeo de drogas: ''Tomaduras de pelo no''

Un clan familiar formado por una madre, tres hijas, su hermano, su yerno, su sobrino y dos vecinos compareció este miércoles ante el juez por menudeo de droga, aunque los hombres aseguraron que las mujeres nada sabían y que sólo uno de ellos vendía, aunque sólo a sus amigos del banquillo.

De esta manera, se contradijeron con respecto a las declaraciones tomadas en los días de la detención, uno de ellos porque en aquellos días sufría “paranoia” debido a la droga, otro porque no entendió las preguntas y otro porque no recordaba lo que había contestado, lo que hizo que la juez exclamara que “tomaduras de pelo no”.

Tanto es así, que tuvo que dejar sin efecto la aceptación de los cargos y la pena realizada por dos de los acusados al principio de la vista, lo que reducía sus condenas en un tercio, pues tras asumir la acusación, negaron categóricamente haber vendido droga, pues lo más que habían hecho era hacer el recado de comprar para sus amigos.

Según el escrito de la acusación, Carmen Quintero, sus hijas Dunia, Isabel y Pino Betancor, y su yerno Fernando Fajardo (pareja de Dunia) entregaban drogas para su venta a Rafael Quintero (hermano de la matriarca), a Carmelo Carmona (sobrino) y a Aurelio Ortega y Ramón Gutiérrez (vecinos).

Las conclusiones del fiscal exponen mujeres entregaban las sustancias para sus ventas y controlaban la recaudación y que los hombres vendían la heroína a diversidad de consumidores en cantidades que oscilaban entre 0,12 y 0,42 gramos.

El registro domiciliario de la matriarca dio como resultado el hallazgo de 0,3 gramos de heroína y 1.158 euros, mientras en la vivienda de su hija Dunia, en el mismo bloque, se encontraron 42 envoltorios con 3,98 gramos de la misma droga.

El hermano de la matriarca interrumpió la declaración de su hermana para exclamar que la droga era suya, mientras Fernando Fajardo, pareja de Dunia, insistió durante su declaración en que vendía droga a sus amigos y que la incautada la tenía en el bolsillo y él mismo se la entregó a la policía.

Con respecto a los 5.982,29 euros que tenía en una cuenta Carmen Quintero -quien dijo que el día del registro estaba durmiendo, la despertaron y perdió el conocimiento-, explicó que su marido, que trabajaba en el puerto, gana al mes 2.400 euros de pensión y poco a poco ha ahorrado dicha cantidad para sus “cosas”.

Además, sus hijas acuden casi a diario a comer a su casa y el hermano aseguró que el buen sueldo de su cuñado justifica que no tenga que vender droga como afirma la acusación, que pide para las cuatro mujeres y Fernando Fajardo seis años de prisión y multa de 1.450 euros y para el resto 5 años y 2 meses de prisión y multa de 1.000 euros.

Fernando Fajardo, cuya pena quedó reducida a cuatro años al reconocer los hechos, aceptó que vendía droga al resto de los hombres sentados en el banquillo, quienes reiteraron que nunca han vendido heroína y se han limitado a consumir, la mayoría “todo lo que pillaba”, salvo el sobrino de la matriarca, Carmelo Carmona, quien aseguró que sólo consumía hachís.

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