19 años de cárcel por clonar tarjetas de crédito
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha impuesto penas que suman 19 años y medio de cárcel a una banda integrada por seis rumanos y dos grancanarios por haber clonado tarjetas de crédito con la que lograron estafar 66.500 euros. La sentencia, dictada el pasado 16 de noviembre, extiende las penas también por falsificación de documentos oficiales y receptación. Las detenciones se produjeron en 2007 y dos de los acusados ya han cumplido la condena impuesta por lo que quedaron en libertad en 2009. Además, la banda estaba integrada por otras cuatro personas que se encuentran en paradero desconocido.
La Sala considera probado que desde el mes de junio de 2007 todos ellos llevaron a cabo en las islas una operación con el fin de obtener “un beneficio económico ilícito a través de la alteración de las tarjetas de crédito”. Para ello procedieron al traspaso de los datos copiados con los lectores grabadores o numeraciones obtenidas a la tarjeta mediante el oportuno programa informático, colocándole los correspondientes a otras y grabándole en la banda magnética los copiados. Posteriormente con dichas tarjetas clonadas realizaban compras en distintos establecimientos comerciales de la isla. De esta manera la Sala cuantifica el fraude total causado en 66.452,84 euros.
Uno de los integrantes de la banda distribuía las tarjetas clonadas y la documentación inauténtica para realizar adquisiciones con ellas, decidiendo los lugares dónde efectuar las operaciones y los productos a adquirir. Asimismo disponían del alojamiento y vehículos para los otros miembros que efectuarían las compras, proveyendo también los contactos necesarios para vender en el mercado negro la mercancía adquirida.
La Audiencia considera probado que uno de ellos llegó a utilizar 19 tarjetas falsas para realizar operaciones por un valor de 18.200 euros. Dos de los miembros de la banda se ocupaban de clonar las tarjetas y otro era el encargado de ponerlas en circulación. Otro realizó operaciones por más de 17.000 euros con 22 tarjetas y los demás llevaron a cabo diversas compras o reintegros en cajeros hasta sumar los 66.500 euros.
Pero además la esposa de uno de los detenidos era la encargada de recargar los datos de las bandas magnéticas, las utilizaba y daba instrucciones a otros componentes de la organización sobre cómo hacer lo propio. Entre el material adquirido se encontraron 1.331 cartones de tabaco comprados a través de estos medios ilícitos y a los que un miembro de la banda intentó darles salida en el mercado, además de demostrarse que también guardaba los instrumentos necesarios para llevar a cabo las alteraciones en los soportes digitales, facilitar equipos informáticos y haber realizado una transferencia a RumanÍa. Durante la vista oral todos los acusados reconocieron su participación en los hechos y consignaron diversas cantidades en concepto de reparación como parte de los perjuicios ocasionados.