La Asociación Acanae recuerda que el ciberacoso continúa durante el confinamiento
La presidenta de la Asociación Canaria No al Acoso Escolar (Acanae), Lorena Martín, recuerda que el acoso escolar “sigue estando ahí” aunque los niños no estén yendo al colegio durante esta cuarentena por el Covid-19. “El número de denuncias se ha reducido estos días dado que estamos todos adaptándonos a esta nueva situación y con una gran preocupación, pero no han dejado de llegar mensajes y llamadas de padres”, ha revelado Martín este lunes a la Agencia Efe.
Para la responsable de la asociación, que ofrece sus servicios a todo el archipiélago, estos días sin actividad escolar suponen “un cambio importante, tanto para adultos como para los niños”, ya que todos deben “acostumbrarse a nueva rutina y a la incertidumbre de quizás no entender del todo bien lo que está pasando”.
Pese a que se ha reducido el número de denuncias durante el estado de alarma, tanto el acoso escolar como el ciberacoso siguen “estando ahí” aunque los pequeños no estén yendo al colegio, ha apuntado. “La situación que estamos viviendo ahora sólo permite estudiar a través de internet”, por lo tanto, a la presidenta de Acanae le parece “complicado” restringir el internet a los niños hasta cierta edad.
A su juicio, “a la vez que se les da acceso a internet, tienen que recibir también una educación y pautas. Tienen que saber que es una herramienta muy buena si la saben utilizar, pero también que hay muchos peligros”. “Ahora que estamos todos en casa puede ser un buen momento para sentarse con ellos”, ha considerado.
Para prevenir tanto el acoso en el aula como el ciberacoso es necesario que los padres creen “un vínculo de confianza con ellos, para que sientan que si tienen cualquier problema pueden contarlo sin sentirse juzgados”, pero también lo es “enseñarles, por ejemplo en el caso de Instagram, cómo hacer su cuenta privada”, ha explicado Martín.
En concreto, el ciberacoso suele comenzar a través de los propios grupos de clase de whatsapp, en los que algunos compañeros pueden dedicarse a enviar mensajes y fotos trucadas o cualquier tipo de contenido que puede resultar hiriente para una persona. Puede ocurrir que los ciberacosadores cuelgan esas fotos trucadas en las redes sociales para perjudicar su imagen o para hacer pasar por la víctima, quien también suele recibir mensajes directos a su número de móvil personal o llamadas a altas horas de la noche.
Entre los indicios que dejan entrever que un niño o adolescente está sufriendo acoso, Lorena Martín ha destacado “la bajada del rendimiento, el cambio de conducta o la aparición de emociones negativas como preocupación, rabia o tristeza”, entre otros, pero, en el caso concreto del acoso a través de internet puede pasar que “esconde el móvil, el ordenador e incluso los mensajes que le están llegando”.
El ciberacoso es “más complicado de detectar porque es a través de una pantalla”, ha reconocido la presidenta Acanae para añadir que si los hijos no dejan ver a sus padres lo que está pasando, “probablemente tardarán mucho más en detectarlo”.
Para la presidenta de la asociación regional contra el acoso escolar, “aún queda mucho por hacer porque se trata de un tema transversal. Los niños que sufren acoso y no se detecta a tiempo suelen necesitar atención sanitaria, psicológica o jurídica, entre otras”.
Acanae recuerda estos días a través de sus redes sociales que el ciberacoso “no descansa” durante este confinamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus y que existe un teléfono de atención e información a las víctimas de acoso en Canarias, 800 007 368, y a nivel nacional, 900 018 018.
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