Bretón presencia las nuevas pruebas en Las Quemadillas
José Bretón, el padre de los niños desaparecidos Ruth y José, ha entrado pasadas las 8.45 horas en el furgón policial que le trae desde la prisión a la finca de Las Quemadillas, en Córdoba, para estar presente en las nuevas pruebas que persiguen esclarecer datos en relación con la hoguera de la parcela en la que supuestamente se habrían encontrado restos humanos.
Estas pruebas se van a llevar a cabo tras los resultados de dos informes de expertos independientes en los últimos días, que concluyen que los restos óseos hallados en la hoguera, que en un primer momento fueron probados como de pequeños animales, en realidad corresponderían a niños.
La entrada de Bretón en la finca se ha producido con un amplio dispositivo policial. Minutos después, en torno a las 9.00 horas entraba el abogado del padre de los niños, José María Sánchez de Puerta, sin atender a los medios de comunicación que se ubican en una de las entradas a la calle de la parcela. En la misma, aparte de los medios y los agentes, no hay presencia de personas de la Plataforma Justicia por Ruth y José, ni curiosos.
En concreto, ante los últimos acontecimientos, el juez del caso, José Luis Rodríguez Lainz, ha solicitado dos nuevas pruebas de carácter morfológico para comprobar “si efectivamente son restos humanos” los que contenía la hoguera de la finca, al tiempo que ha vuelto a decretar el secreto de sumario en la investigación.
Con este objetivo, este martes Bretón está citado de nuevo en Las Quemadillas para presenciar las pruebas, en las que se comprobará “si una de las mesas metálicas que estaba al lado de la hoguera ha tenido contacto alguno con el fuego”. Y es que, “si a un fuego se le pone una plancha metálica encima y ésta plancha metálica se pone al rojo vivo, pues los efectos de quemar son bastante más fuertes de lo normal que si no estuviera la plancha”, como explica el abogado de la defensa, José María Sánchez de Puerta.
Tras ello, se recogerá “un bidón que había allí de gasolina vacío”, para analizar “si hay huellas de Bretón o no y que se examine nuevamente”. Y una tercera prueba es que “se recojan palos, adobes o materiales de construcción que hayan podido estar en contacto con el fuego para hacer como una especie de horno, dónde la cremación fuera bastante más rápida”.