Canarias, la segunda región con mayor tasa de pobreza
Canarias es la segunda región de España con mayor tasa de pobreza (31,1%), solo superada por Extremadura (38,2%), según el informe Análisis y Perspectivas sobre Exclusión y Desarrollo Social elaborado por la Fundación Foessa y presentado este miércoles por Cáritas.
Foessa apunta que la tasa de pobreza en España (21,8%) es una de las más elevadas de la Unión Europea y que “los pobres son más pobres”, al detectarse una disminución en el umbral de pobreza, que pasó de 8.000 euros (2009) a 7.800 (2010).
Asimismo, se producen diferencias considerables dentro del territorio español. En el año 2010 el nivel de pobreza en Extremadura se veía superado por el de Navarra en más de treinta puntos porcentuales (38,2% y 7,3%, respectivamente). Además de Extremadura y Canarias, las comunidades que presentan peores datos son Andalucía (30,1%) y Murcia (29,2%). En el otro extremo, se sitúan Navarra (7,3%), País Vasco (11,6%) y Asturias (12,3%).
El mencionado informe señala que se ha producido un incremento de la exclusión social, ya que en 2010 eran 11.675.000 las personas que estaban en riesgo de pobreza en España, es decir, la cuarta parte de la población (25,5%).
Este aumento de la precariedad se ve confirmado, además, por el incremento de personas atendidas por los servicios de Acogida de Cáritas, que pasaron de 400.000 en 2007a 950.000 en 2010.
El informe de Foessa confirma que 580.000 familias no tuvieron ningún tipo de ingresos en 2010.
El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, ha subrayado que estos datos revelan que la pobreza es “más extensa, intensa y crónica” y que la convivencia se asienta “cada vez más en una sociedad dual”.
Una pobreza más extensa porque, añadió, “la pobreza se incrementa en número de hogares y personas; más intensa porque las situaciones de privación material y la dificultad de acceso a derechos básicos se ha acrecentado; más crónica porque no hablamos de situaciones de pobreza pasajera sino de años viviendo bajo el umbral de la pobreza, incluso en personas con empleo que siguen siendo 'trabajadores pobres'”. A ello se añade, en palabras del secretario general de Cáritas, que “como consecuencia de estos procesos de empobrecimiento se trasluzca una sociedad más polarizada entre los que tienen y los que no tienen”.