Las Canteras se convierte en un gran pesebre
La playa de Las Canteras en Gran Canaria, sustituye la tradicional nieve navideña por camellos, ángeles y pastores de arena en el mayor Belén de España, por el que pasarán más de 150.000 visitantes, afirmó este viernes el concejal de Turismo de la capital grancanaria, Aday Ruiz.
Esta obra, en la que han participado escultores arenistas de diversos países, ha precisado 250.000 toneladas de arena y ocupa una superficie de 600 metros cuadrados.
Los visitantes pueden observar una panorámica de las escenas navideñas desde el paseo de Las Canteras, que le ofrece como marco el océano Atlántico y las barcas de los pescadores de La Puntilla.
Pero si lo desea, puede descender al tablado que recorre las esculturas y observar de cerca los detalles las esculturas con un paseo que comienza en la Anunciación a María, en la que un ángel le comunica que será la madre de Jesús.
Durante el recorrido, los visitantes, que este viernes exclamaban “esto es una maravilla”, pueden admirar los pormenores de rostros de arena, animales, sacos de fruta y las joyas de los Reyes Magos, así como la cara de angustia de María y José cuando, encinta, no encontraba una posada donde dar a luz.
El escultor Oscar Rodríguez explicó que para esculpir la arena primero es necesario compactarla y realizar creaciones con las limitaciones propias del material, que siempre suponen un reto, pues no admite formas arriesgadas como un volado.
Para que las figuras, que se ejecutaron en ocho días, se conserven hasta el próximo 7 de enero, ha sido necesario cubrir la obra con agua-cola, que mantiene la humedad suficiente para que la arena permanezca compactada, pues en cuanto se seque se destruye.
Así, nada más inaugurar el Belén, un río de personas comenzó a recorrer el Nacimiento en el Pesebre, la secuencia del Buen Pastor y la Adoración.
A juicio de Aday Ruiz, esta iniciativa, que se ha convertido en una tradición en la playa de las Canteras, sirve para mostrar al mundo las buenas temperaturas de la capital grancanaria, pues en la mayor parte de Europa las temperaturas son de un dígito o bajo cero.