Cinco años de cárcel por agredir sexualmente a su suegra en Telde
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a cinco años de cárcel a un hombre acusado de agredir sexualmente a su suegra el día 12 de enero 2008 en el domicilio de ella en el municipio grancanario de Telde.
La sentencia, dada a conocer este lunes por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, condena a Pedro Jesús Navarro Placeres como autor criminalmente responsable de un delito de agresión sexual, con la concurrencia de la eximente incompleta de embriaguez y drogadicción, a la pena de 5 años de cárcel, además de la prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia inferior a 500 metros y a comunicarse con ella de cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual durante diez años y al pago de las costas procesales.
Asimismo, la Sala le condena a indemnizar a la mujer, de 55 años de edad, en la suma de 30.000 euros por los daños morales causados y lesiones.
La Audiencia declara, así, probado que el día 12 de enero de 2008 sobre las 04.20 horas, de la madrugada el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales, “con el ánimo de satisfacer sus impulsos sexuales”, acudió al domicilio de su suegra, sito en la localidad de Telde.
Una vez en el interior y tras ofrecerle la mujer un café, éste le respondió que lo que necesitaba era “cariño”, y comenzó a “besarla y a tocarle por todo el cuerpo”.
La víctima, aprovechando un descuido de su yerno salió corriendo a la calle, pero el acusado “la alcanzó, le tapó la boca con la mano ejerciendo fuerza y la llevó a la fuerza a la casa, donde continuó con los tocamientos”, añade la sentencia.
A continuación, el acusado intentó nuevamente prácticas sexuales con la mujer, pero ella intentó huir por segunda vez, aunque no lo logró al ser de nuevo alcanzada por el acusado quien “la agarró, le tapó la boca presionándola y la llevó al interior de su domicilio”, donde la agredió sexualmente.
Sufría una depresión
Antes de marcharse el acusado le dijo a la víctima que estaba “sufriendo una depresión por la muerte de su padre y le pidió que no dijera nada a nadie porque le destrozaría la vida a él”.
Como consecuencia de los hechos, la mujer sufrió diversas lesiones y padece un trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo crónico.
Por su parte, la Audiencia estima que el acusado había estado toda la tarde y la noche ingiriendo alcohol y sustancias estupefacientes, lo que “diminuía notablemente sus capacidades entender y actuar”.
Contra dicha resolución cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que habrá de prepararse ante esta Sala en el plazo de cinco días.