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Carthago Nova, una ciudad planificada para reflejar el orden cósmico

La antigua ciudad de Carthago Nova -actual Cartagena- fue planificada con la idea de reflejar el orden cósmico.

Efe / Ana Santana

Las Palmas de Gran Canaria —

La antigua ciudad de Carthago Nova -actual Cartagena- fue planificada con la idea de reflejar el orden cósmico al igual que se hizo en la capital egipcia de Tebas, la hitita de Hattusha y la Petra de los nabateos, pues en todas predominaba la orientación de templos y monumentos a los solsticios.

La orientación astronómica de Carthago Nova ha sido estudiada junto a las de Tebas, Hattusha y Petra en un artículo de los investigadores Juan Antonio Belmonte, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), y César González-García, del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC en Santiago de Compostela.

Juan Antonio Belmonte señala en una entrevista a EFE que se trata del primer estudio comparativo en este ámbito de estas antiguas capitales, en las que sus edificios religiosos y civiles muestran alineamientos relevantes hacia el solsticio, en particular al de invierno.

“El cielo solía ser un componente muy importante del paisaje que se ha perdido completamente en nuestras ciudades superpobladas y excesivamente iluminadas, mientras que en el pasado tenía un papel relevante en la planificación urbana, particularmente en la organización de espacios sagrados que posteriormente, rodeaban las edificaciones civiles”, detalla.

El diseño de Tebas, antigua capital de Egipto en los Reinos Medio y Nuevo, Hattusha, del Imperio Hitita, Petra, del Reino Nabateo, y Cartagho Nova, de los dominios púnicos en la Península Ibérica, refleja “de alguna manera el cosmos de sus constructores”, explica el investigador del IAC.

En todas se manifiesta la influencia de los solsticios, algo que en el caso de Carthago Nova investigaron sobre el terreno los autores del estudio en 2013 con un detallado análisis arqueoastronómico de los restos descubiertos en la ciudad durante los últimos veinte años, y que han renovado el interés científico, y turístico, por el enclave.

Carthago Nova fue fundada en el 229 antes de Cristo por Asdrúbal, cuñado de Aníbal, como una ciudad “gemela” de Cartago en la que el principal enclave sobre el lugar y el puerto se dedicó a Eshmun y una colina al dios púnico Baal Hammon, lo que probablemente servía de nodo para una serie de curiosos alineamientos astronómicos.

El más significativo y relacionado con el solsticio era el área sagrada de Arx Hasdrubalis (Cerro del Molinete), alineado hacia el noreste-sudoeste, donde se erigió un santuario que presumiblemente se dedicó a una deidad femenina, quizás Tanit, la principal diosa de los cartagineses.

Posteriormente, en el siglo II a.C. ya bajo el dominio romano, el santuario púnico se cubrió con mosaicos con inscripciones dedicadas a Atargatis, y durante la República, se construyó al lado otro templo para una deidad desconocida pero con un acceso monumental, espléndidas vistas y una orientación que justificaba el dominio romano sobre la ciudad y el puerto, uno de los mejores del Mediterráneo.

Los investigadores han reconstruido la peculiar topografía de Cartagena en la antigüedad con un diagrama que muestra la localización de las cinco colinas principales, Arx Hasdrubalis, Mons Cronos, Mons Aletes, Mons Hephaistos y Mons Aesculapii.

De forma casual o deliberadamente, Mons Cronos (hoy Pico sacro) albergó el santuario de la principal deidad púnica, Baal Hammon, y pudo haber actuado como el nodo de alineamiento astronómicos hacia mediodía, el equinoccio o el solsticio en relación con las otras colinas.

Cuando más tarde la ciudad se refundó como Colonia Urbs Iulia Nova Carthago surgieron de nuevo grandes conexiones astronómicas, sobre todo bajo el principado de Augusto -- que se asociaba a sí mismo a Capricornio, símbolo del solsticio de invierno -- en la edificación del foro, el teatro y el Collegium Augustalis o Augusteum.

Toda esta planificación reflejaba realmente interés en los paisajes locales y celestes, añade Juan Antonio Belmonte,

En el solsticio de verano de junio de 2014 colaboradores de la Agrupación Astronómica de Cartagena captaron, a petición de los investigadores, desde el santuario de Atárgatis, imágenes del Sol elevándose sobre el Pico Sacro y abandonando el horizonte sobre la cumbre de una edificación del siglo XIX que se erigió exactamente en el mismo lugar donde se localizaba el templo a Cronos, un fenómeno similar al que se da en otras construcciones en el Mediterráneo.

Pico Sacro pudo además estar alineado en el equinoccio hacia el Cerro de San José, consagrado a Aletes, el héroe mortal deificado por su descubrimiento de las minas de plata responsables de la riqueza de la ciudad.

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