Fuerteventura debate el futuro de la carretera que atraviesa el Parque Natural de las Dunas de Corralejo

Un coche circula por la carretera que atraviesa las Dunas de Corralejo

Manuel Riveiro

Puerto del Rosario —

La puesta en marcha del tramo principal de la autovía entre La Caldereta y Corralejo, con una inversión presupuestada de 62 millones de euros, ha situado en primer plano el futuro de la carretera que atraviesa las Dunas de Corralejo y su Parque Natural. La normativa aprobada desde hace 11 años es clara: el tráfico rodado tal y como se conoce por el litoral tiene que desaparecer con la entrada en servicio de la autovía. Al acercarse ese momento, se ha avivado el debate entre los partidarios de mantener la carretera por las Dunas, los que consideran que se debe eliminar por completo y los que apuestan por una solución intermedia.

Por la carretera FV-1, que conecta Puerto del Rosario con Corralejo y que se adentra a lo largo de casi nueve kilómetros por el paisaje dunar protegido, han circulado cada día más de 10.000 vehículos. Según el consejero regional de Obras Públicas, Pablo Rodríguez, la apertura de un tramo de 12 kilómetros de la autovía serviría para reducir “de manera importante” ese flujo de tráfico. El tramo entre La Caldereta y La Capellanía, poco antes de Corralejo, se abrió en doble sentido a mediados de julio. En los dos meses que lleva en funcionamiento, y a falta de cifras oficiales, se aprecia que ese propósito no se ha cumplido y que buena parte del tráfico sigue circulando por la vía del litoral.

En el Plan Rector del Parque Natural de Corralejo, en vigor desde diciembre de 2006, se establece como medida de “restauración paisajística”, de forma “específica”, el “levantamiento de la carretera FV-1” que atraviesa las Dunas, en su “tramo intermedio”. Una intervención “prioritaria” para el Parque Natural pero “condicionada a la construcción de la nueva carretera entre Puerto del Rosario y Corralejo”, que estará finalizada el próximo año. “Así mismo”, subraya el planeamiento, se procederá a la eliminación de un carril en el acceso por el norte y de otro carril en el acceso por el sur. En el carril que se mantendría se contempla una parte para ciclistas y, en cualquier caso, sólo se permitiría la circulación de “vehículos oficiales de las administraciones públicas con competencias en el ámbito del Parque Natural” y de un “vehículo lanzadera que transporte a los visitantes”.

Podemos, la única fuerza política que de manera abierta ha manifestado su posición de que la vía del litoral debe cerrarse para “preservar” el espacio natural, argumenta que tanto la carretera como los hoteles “con licencias a medida” afectan a las Dunas al interrumpirse el “movimiento natural de la arena hacia el mar”. En ese sentido, cita un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que advierte que en la década de los 90 las Dunas ocupaban 2.081 hectáreas mientras que en la actualidad su superficie se ha reducido a 1.812 hectáreas. El portavoz de Podemos en el Cabildo, Andrés Briansó, subraya que la carretera del litoral está haciendo “daño” al Parque Natural, y añade que la “prioridad” debería ser “preservar el medio ambiente y los ecosistemas únicos en el mundo que tenemos en nuestra Isla”.

Ni el grupo de gobierno del Cabildo (CC y PSOE), ni la patronal turística Asofuer, ni tampoco la Cámara de Comercio de Fuerteventura están de acuerdo con el “cierre” de la carretera de las Dunas. De la misma opinión son los vecinos de Parque Holandés y La Caleta, que hace seis meses iniciaron una recogida de firmas en la Red que se ha reactivado y que ha recogido cerca de 2.600 apoyos. Los vecinos reclaman que la autovía tenga un enlace con Parque Holandés, una opción que se barajó en su día pero que en la actualidad, a punto de culminarse las obras, no se ha contemplado. Para los vecinos, “sería una locura cerrar la antigua FV-1” y dejarles “aislados”.

Por su parte, el presidente de la patronal, Antonio Hormiga, considera que el tráfico pesado y los residentes se terminarán desviando por la autovía para “ganar en rapidez”, pero considera que el cierre de la carretera de las Dunas, previsto para el próximo año como condicionante ambiental del proyecto de la autovía, requiere de “alternativas que eviten la clausura total de la principal entrada” a Corralejo. “Es la puerta a algunos de los arenales más atractivos de la Isla para los residentes, turistas y apasionados de los deportes acuáticos”, considera Hormiga, que apuesta por “prohibir el paso de vehículos pesados” o limitar la velocidad.

Un criterio similar mantiene el presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Rodríguez Marichal, que pide “preservar una carretera por la que siempre hemos circulado los majoreros”. El Cabildo de Fuerteventura ha trasladado al Gobierno de Canarias su parecer de que la vía del litoral se debe mantener abierta al tráfico, aunque se establezcan algunas limitaciones como las señaladas. El debate está servido.

Esta es una información de la edición de papel de Diario de Fuerteventura.Diario de Fuerteventura

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