300 ciclistas dicen no a los sondeos
Unos 300 ciclistas se han sumadoeste domingo a la protesta organizada por Ben Magec Ecologistas en Acción en Las Palmas de Gran Canaria para rechazar las prospecciones petrolíferas autorizadas por el Gobierno central en aguas próximas a Canarias, según la portavoz Esther Fresno. Con esta protesta en bici, que se ha iniciado en la plaza del Pilar y ha concluido en la de la Feria, ante la sede de la Delegación del Gobierno en Canarias, se ha querido conmemorar las grandes movilizaciones celebradas hace un año en todas las islas contra las prospecciones que llevará a cabo Repsol, ha indicado Fresno a Efe.
Los ecologistas han dado lectura a un manifiesto contra los sondeos y han coreado durante su marcha frases como “Canarias dice no al capricho de Repsol”, “A Soria los molinos le importan un comino” y “No petroleras, sí renovables”. Además, han pintado una gran mano en la plaza, donde se han concentrado los ciclistas, que también han exhibido sus manos pintadas de negro“ para expresar su rechazo al petróleo.
Según Fresno, es necesario recordar al Gobierno del Estado que el sentir mayoritario de la población canaria es de una “fuerte oposición” a una fuente energética “tan contaminante, que pone en riesgo la economía de las islas, el suministro de agua potable y la biodiversidad de sus mares”. La apuesta por el petróleo que ha hecho el Gobierno de la Nación “no es la adecuada para el futuro de Canarias” ni tiene sentido en estas islas por su potencial en energías renovables, ha subrayado Fresno.
La portavoz del movimiento ecologista ha recordado que se han interpuesto recursos en el Tribunal Supremo contra estas autorizaciones, por lo que “si hay justicia no debería darse validez” a estos permisos y frenar así esta “jugarreta del Gobierno”. Fresno ha insistido en que confían en que prosperen los recursos y que el alto tribunal anule las prospecciones, como ya ocurrió en 2004.
Desde Ben Magec solo hay motivos para posicionarse en contra de los sondeos porque, pese a los beneficios que apuntan quienes las defiende, “ni los puestos de trabajo que se prometen ni los supuestos beneficios económicos cubrirían la pérdida medioambiental” que se puede producir, ha manifestado Fresno.