Cincuenta cazas de España, EEUU y Turquía ponen a prueba su capacidad en los cielos de Canarias

Los cazas F-18 del Ala 15 con base en Zaragoza durante las maniobras en las que participan Eurofighter Estados Unidos, Turquía, España y la OTAN. EFE/José María Rodríguez

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Cincuenta cazas Eurofighter, F-18, F-16 y F-15 se disputan esta semana el control de los cielos de Canarias, en un ejercicio que pone a prueba la capacidad de todas las alas de combate del Ejército del Aire español enfrentándolas, en este caso, con sus pares de EEUU y Turquía.

En total, casi 700 militares de los tres países y de la OTAN participan estos días en la Base Aérea de Gando, en Gran Canaria, en Ocean Sky, unas maniobras de entrenamiento en estrategias de combate y superioridad aérea que llegan, en algunos casos, a enfrentar a la vez en el aire a 35 cazas de diferentes características.

Se trata no solo de que los pilotos españoles compartan tácticas y procedimientos de operación con aviadores de otros países aliados de la OTAN, en este caso de la USAF y de las Fuerzas Aéreas Turcas, sino también de que se enfrenten a todo tipo de escenarios casi como si estuvieran en una misión real, en la que se les pida defender su superioridad aérea o imponerla en otro territorio si fuera preciso.

El teniente coronel Daniel Fernández de Bobadilla, de la sección de adiestramiento de las Alas de Combate del Ejército del Aire, subraya que los cielos de Canarias proporcionan un escenario ideal para desarrollar estos entrenamientos, porque pocos lugares de Europa ofrecen como el archipiélago un espacio oceánico abierto a pocos kilómetros de la base, donde volar a velocidad supersónica sin molestar a la población ni interferir en tráfico a aéreo.

Los pilotos españoles se adiestraban regularmente en Canarias en escenarios de combate disimilar -como se conoce en el argot al enfrentamiento entre aparatos con características y armamento diferentes- pero este año el Ejército del Aire ha querido elevar aún más el nivel de exigencia, con unas maniobras mucho más amplias.

Esta semana, disponen para ello de 111.000 kilómetros cuadrados de superficie sobre el Atlántico al sur de Gran Canaria y Tenerife (una cuadrícula 300 x 370 kilómetros) donde librar combates tanto individuales como de grupos de hasta 17 contra 18 aparatos generalmente con buen tiempo y una gran base de apoyo, la de Gando.

“Esta es una oportunidad única para nosotros. El Ejercicio tiene un efecto llamada importante”, señala el teniente general César Simón, jefe del Mando Aéreo de Combate, que recuerda que este año no solo están en Gran Canaria las dos fuerzas aéreas invitadas, sino también observadores de los Ejércitos de Francia, Polonia y Grecia.

El general Simón precisa que estos días en Canarias se están ensayando misiones que pueden tener su correspondencia en cualquier momento: “Hay desde un rescate de un piloto derribado hasta una acción contra un líder terrorista que tiene una reunión en un sito discreto o un ataque contra un objetivo estratégico; son escenarios dinámicos, que a veces cambiamos sobre la marcha para que los pilotos tengan que reaccionar ante un imprevisto”.

Por Estados Unidos, la unidad invitada de este año es el 493 escuadrón de la USAF, con base permanente en el Reino Unido, cuyos pilotos están entre los mejores del mundo en una de las disciplinas más repetidas estos días en Canarias: las tácticas de superioridad aérea, a las que se dedican casi en exclusiva.

El agregado de la Fuerzas Aéreas norteamericanas en la Embajada de Madrid, Sonny LeMasters, asegura que un ejercicio como el Ocean Sky es “representa una oportunidad fantástica para aliados como España, Turquía y Estados Unidos de trabajar juntos, mejorar y ganar en interoperatividad”.

LeMasters ha remarcado que, de hecho, este va a ser el mayor ejercicio en el que participe la USAF este año en Europa, con más de 275 militares involucrados, la tercera parte de todo el despliegue movilizado por los tres países de esta edición del Ocean Sky.

Uno de los pilotos españoles que participan en el ejercicio, el capitán Julián Alcalá, piloto de F-18 del Ala 15, con base en Zaragoza, reconoce que “el nivel está muy alto” entre sus compañeros de las diferentes alas de combate.

“Para eso entrenamos todos los días. Y los compañeros de la fuerzas aéreas americana y la turca también están demostrando una gran preparación”, asegura este aviador, con experiencia en misiones reales, como la que ha llevado a cabo España en el Báltico en labores de policía aérea, para detectar incursiones de aparatos rusos en el espacio europeo de la OTAN y sus aliados.

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