Defensa ha gastado 5.500 euros en los últimos tres años en el mantenimiento de la playa de Gando

Playa de Gando con marea alta

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

La playa de Gando, de 9.860 metros cuadrados, está en un entorno privilegiado, en plena bahía junto al aeropuerto de Gran Canaria en un territorio restringido para la gran mayoría de la ciudadanía. Su uso solo está permitido al personal militar que tiene acceso a la Base Aérea de Gando y cuentan los afortunados que han entrado a ella y se han podido bañar en sus aguas que sus fondos marinos están llenos de vida.

Según explican desde el Ejército del Aire, a raíz de preguntas realizadas por este periódico en el Portal de Transparencia del Ministerio de Defensa, no existe un presupuesto anual para el mantenimiento de la playa, pero sí que en los últimos años han tenido que destinar 5.500 euros para la reparación del muro de contención y rompeolas de la vía peatonal de acceso a los alojamientos, en concreto 1.500 euros en 2015 y 4.000 en 2017.

Su acceso es totalmente limitado para la ciudadanía porque con ello se pretende garantizar la seguridad de la Base Aérea, aunque sí que es cierto que algunos civiles pueden acudir con permiso por tener lazos familiares o de amistad con militares que pertenecen a las fuerzas aéreas, aparte de algunas jornadas de actividades deportivas y culturales. La restricción está basada en la Ley 8/1975 de 12 de marzo, de Zonas e Instalaciones de Interés para la Defensa Nacional y su correspondiente reglamento, y la Orden Ministerial 45/1982 de 5 de marzo que describe el polígono que forma la Zona Próxima de Seguridad de la base, quedando la playa “completamente” inscrita en el citado polígono. Así mismo, desde el Estado Mayor del Aire recuerdan que en la ley de Costas, en la que se establecen las servidumbres legales de protección, de tránsito y acceso al mar, se determina el Artículo 21.2 que “se exceptúan de esta sujeción los terrenos expresamente declarados de interés para la seguridad y la defensa nacional, conforme a su legislación específica”.

No obstante, la playa sí la puede usar “sin ninguna restricción por motivo de empleo, cuerpo o escala” todo el personal militar que tiene acceso a las instalaciones, aunque “con la única salvedad que en los edificios dedicados a alojamientos sí se distingue entre oficiales, suboficiales y tropa”.

Además, en la respuesta dada a través de Transparencia se hace hincapié en que junto a la citada playa “no existen instalaciones recreativas como tales” y las únicas edificaciones que hay en las proximidades, “al igual que las que existen en todas las bases del Ejército del Aire”, tienen como objeto prioritario apoyar el cumplimiento de las misiones encomendadas a las unidades de la fuerza del Ejército del Aire ubicadas o desplegadas en la base, mediante la cobertura de las necesidades de alojamiento, manutención, práctica deportiva y ocupación del tiempo libre del personal.

La recuperación para la ciudadanía, una reivindicación histórica de Ingenio

Como cuenta a este periódico el alcalde de Ingenio, Juan Díaz, su Ayuntamiento ha reivindicado ante el Ministerio de Defensa en los últimos años el acceso de la ciudadanía a esta playa, pero siempre con un no con respuesta.

El alcalde recuerda que antiguamente esta playa era de acceso libre. “Era utilizada por la gente de Ingenio. Había viviendas de agricultores que fueron expropiadas hasta que al final se cerró la playa a todos. Hace muchísimos años de esto, mi abuela, que ya murió y tendría ahora 105 años, recordaba eso, pero yo que tengo 56 años no lo recuerdo”, explica el político del PSOE.

Tal como señala Díaz, desde el Ayuntamiento en los últimos mandatos se intentaron algunos acercamientos con el Ejército del Aire para negociar el acceso libre, pero estas conversaciones no han pasado de visitas puntuales, incluso se han puesto más difíciles en los últimos años debido a la alerta terrorista. De hecho, el Consistorio ha tenido problemas en los últimos meses para la construcción de un mirador en la zona de El Burrero. “El primer informe era desfavorable y no nos lo permitían por la situación de alerta terrorista actual, al final conseguimos el mirador por tener una cota más baja”, comenta el alcalde.

Por tanto, lo único que puede hacer el Ayuntamiento en esta playa dentro de su municipio son algunas actividades deportivas como la travesía a nado anual y visitas culturales como al torreón de Gando, donde existe un pequeño museo, pero para ellos tienen que dar el listado de los asistentes, identificados con sus DNI.

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