Extremadura elabora un protocolo de actuación para atender a los menores inmigrantes
Las consejerías de Bienestar Social y de Educación de la Junta de Extremadura han desarrollado un protocolo de actuación conjunta para prestar atención socio-educativa a los menores inmigrantes no acompañados que, procedentes de Canarias, se han incorporado al sistema de protección de menores de la Administración autonómica.
El objetivo de este protocolo es la atención más efectiva para estos menores durante el tiempo que permanezcan en la región, sin perjuicio de que, de acuerdo con el principio del interés superior del menor, Extremadura mantengan las actuaciones necesarias para la reagrupación familiar, como con cualquier otro menor no acompañado y siempre que se den las condiciones adecuadas, explicó este sábado la Junta.
Tras el traslado del menor a un recurso residencial de menores de Extremadura, designado como de primera acogida, se realiza una primera actuación de revisión médica y de valoración de aptitudes básicas, idioma o alimentación.
A esta primera actuación sigue un periodo de adaptación, que tiene una duración de 30 a 60 días.
Este periodo de adaptación consta de varias procesos, uno de evaluación del menor para conocer aspectos como historia personal y familiar, expectativas y proyectos de vida futuro, y evaluación socio-educativa; y otro de inmersión social.
También se tienen en cuenta otros procesos como el conocimiento del entorno en el que se encuentra, recursos sociales, sanitarios, formativos o culturales, así como el aprendizaje del idioma castellano y habilidades comunicativas, o el proceso de aproximación a la escolarización.
En este caso, según la Junta, se trata de conocer el centro escolar que servirá de referencia en este período, la oferta educativa y los recursos de apoyo a su futuro proceso formativo, entre otros.
Para ello, asistirá a determinadas sesiones escolares, según un programa individualizado que se diseñará al respecto.
Una siguiente fase de aproximación a la escolarización supone buscar el centro escolar de referencia al que asistirá el menor, el diseño de un programa educativo individualizado y los recursos de apoyo, para la incorporación posterior a la formación escolar.
Finalmente, un Informe Personalizado del Menor recogerá los resultados de los procesos anteriores y, con la participación del menor, una propuesta de itinerario residencial, educativo y ocupacional individualizado.
A partir de este informe, se determinará el lugar y recurso residencial de acogida y la incorporación escolar o formativa del menor, y se desarrollará el itinerario socio-educativo-ocupacional establecido.