Gamá advierte sobre el mensaje homófobo de las murgas

Las tradicionales murgas del carnaval se han convertido en la actualidad “en uno de los máximos exponentes de la cultura homófoba que denuncian los homosexuales”, debido gran parte a que no han renovado sus formas, al entender del Colectivo de Gays y Lesbianas de Canarias Gamá.

Un colectivo éste que, desde ese parecer, ha remitido a esas burlescas formaciones musicales, protagonistas de una de las citas más exitosas del calendario festivo en Canarias, un escrito en el que les ha solicitado revisar las letras de sus canciones para eliminar alusiones a la homosexualidad que puedan ser peyorativas o agresivas, anunció este martes su portavoz, Ricardo González.

En una rueda de prensa donde expuso las razones de su iniciativa, a sólo unas horas del comienzo de las eliminatorias del Concurso de Murgas del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, el portavoz de Gamá quiso matizar que su organización no considera que necesariamente dichas formaciones estén formadas por personas homófobas, pero sí cree que su mensaje es socialmente negativo.

Ello se debe -argumentó- a que, tengan o no el propósito de ofender o discriminar, sus canciones presentan con connotaciones negativas, “de forma denigrante y hasta agresiva”, expresiones como “mariquita”, “maricón” o “que te den por culo”, y, aunque unos sectores de la población puedan no darle importancia, otros con menor criterio, como los adolescentes, “interiorizan esos mensajes”.

Mensajes que, con esa negativa influencia, “aparecen año tras año en los temas más coreados por el público”, subrayó González, que, como ejemplo de su afirmación, denunció que el “pique isleño”, un enfrentamiento irónico entre vecinos de una u otra isla que constituye un motivo de inspiración recurrente de las murgas, está “centrado en ver en qué isla hay más homosexuales”.

“Como si la sociedad de una isla u otra tuviera que avergonzarse porque hubiera más homosexuales en la suya que en la vecina”, apostilló.

El portavoz de Gamá insistió en que ese “uso de la homosexualidad como arma arrojadiza”, pese a que pueda partir de gente que respeta las opciones sexuales de los demás, transmite un “mensaje de fondo que está claro que está perpetuando una cultura homofóbica”.

Darle la vuelta al mensaje, una opción válida

Frente a esa realidad, Ricardo González animó a los ocasionales compositores carnavalescos a “darle la vuelta al mensaje y, en vez de hablar de quién tiene más número de homosexuales como un elemento malo, presentarlo como algo socialmente positivo, como una prueba de que vivimos en una sociedad más avanzada y respetuosa por la diversidad”.

Algo que opinó sería “lo normal” que hicieran las murgas, en la medida en que -explicó- éstas son unas formaciones que, “tradicionalmente, se han hecho eco de reivindicaciones sociales de colectivos que luchaban por sus derechos, amparándose en la permisividad que hay durante los carnavales, por la que se les dejaba hablar cuando otros no podían”.

“Y, por contra, a nosotros, que hemos sido objeto de escarnio, en muchas ocasiones, por parte del sistema, en vez de ayudarnos, lo que hacen es denigrarnos”, criticó.

González consideró, además, que la única razón por la que se alude a la homosexualidad con tono despectivo es “por hacer una burla fácil”, y, en consecuencia, señaló que ese tipo de chistes son “perfectamente prescindibles”.

Con ello, las murgas lo que harían sería, simplemente, adaptarse a la realidad de una sociedad plural en la que ha ido avanzando el respeto por la diversidad y frente a la cual, en cierta medida, esas formaciones han quedado “atrapadas en el pasado”, concluyó el portavoz de Gamá.

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