Ingresa en prisión el guardia civil que faltó de su puesto
El guardia civil Francisco O.Z. pasó, del sábado al domingo, su primera noche en el recinto penitenciario madrileño de Alcalá Meco después de que el Tribunal Militar Territorial Cuarto le notificara el pasado martes la sentencia de 180 días de prisión por “un delito de desobediencia en servicio de armas”.
El agente aterrizó durante la tarde del pasado sábado en Madrid procedente de Fuerteventura y un grupo de compañeros de la Asociación Independiente de la Guardia Civil (ASIGC) le recibieron y acompañaron hasta las puertas del recinto penitenciario en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. “Paco somos todos”, argumentaron antes de añadir que el agente destinado en la isla majorera “aún no se cree lo que le está pasando” y reiterar que desarrollarán las acciones oportunas para solicitar el indulto, puesto que “no cabe recurso a la sentencia”.
El agente recordó los hechos, acaecidos mientras servía en la Comandacia de Guipúzcoa durante 2001, por los que se le condenó por un delito de desobediencia: “Estaba de servicio tuve que ausentarme por una gastroenteritis, por la que fui al médico”. Destinado desde 2002 en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Puerto del Rosario, Francisco O.Z., con un hijo de dos años y medio, cuenta en su expediente con una Medalla al Mérito Militar, concedida en 1995 por misiones en el extranjero.
El estado de ánimo de Francisco O.Z. desde que conoció la ratificación de la sentencia el pasado martes y su inminente ingreso en prisión para cumplir condena fue tal que ni siquiera en los últimos días de libertad atendió el teléfono ni quiso despedirse de sus compañeros. Finalmente, el agente entregó el pasado sábado a los miembros de la ASIGC una carta destinada a sus compañeros de Fuerteventura. La misiva explica “el calvario” por el que ha pasado durante los últimos 5 años hasta conocer la sentencia y destaca a su familia: “Dejo aquí a lo que más quiero y a quien más necesita: mi hijo. Un niño de 2 años y 8 meses que se va a quedar sin el cariño y el amor de su padre gracias a la Justicia, y, como no, también decir que sin su manutención porque hasta eso me han quitado. Así como a padres, hermano y demás familia destrozados, incluyendo amigos”.
Incremento de correctivos
Una delegación de la Asociación Independiente de la Guardia Civil reconoció, en una visita realizada hace meses a Fuerteventura, que los agentes destinados en la isla majorera eran los más sancionados de España desde que el capitán Francisco Alba se encuentra al mando. Sin embargo, el general jefe de la Guardia Civil en Canarias, Miguel Martínez, desmintió la información al asegurar que sólo “se han sancionado a 8 agentes” en este período.
La ASIGC cifra, sin embargo, en 125 los correctivos aplicados a los agentes que prestan servicio en Fuerteventura en los últimos meses y denuncian que “puede que vuelva a repetirse en algunos casos la situación que está viviendo Paco ahora mismo y que algunos de ellos sean condenados a penas de prisión”. En su opinión, la situación que podría evitarse “si el Partido Socialista cumpliera con uno de sus compromisos electorales y creara el Estatuto de Derechos y Deberes de la Guardia Civil”.