El joven acusado de matar a su novia ''sabía lo que estaba haciendo''

Los peritos forenses que han investigado el caso de la muerte de la joven boliviana, Cinthia Dueña, corroboró este miércoles ante el jurado popular el diagnóstico de la “perfecta” salud mental del acusado en el momento de cometer los hechos. Esta afirmación hecha por tierra la teoría de la defensa en la aplicación de una eximente de trastorno mental transitorio.

Renato Correa sintió “un intenso dolor al ser abandonado por su novia que hizo que la matara”, explicó el psicólogo de la cárcel que trató al acusado una vez se activó el usual protocolo para evitar que intentase suicidarse.

El psicólogo de Salto del Negro argumentó el padecimiento de una psicosis por parte del acusado, un diagnóstico que entra en contradicción con el que emite la doctora del centro penitenciario que explica que tenía “síntomas de depresión como todos podemos tener, pero en ningún caso es un padecimiento que anule su capacidad cognitiva y volitiva”.

María José Meilán, doctora forense que realizó el informe psicológico del acusado, explicó al tribunal del jurado que cualquier persona sometida a una situación de máximo estrés puede sufrir un episodio psicótico en el que pierda el contacto con la realidad. En este caso, el acusado sufría la soledad por la ausencia de su familia en España, la falta de trabajo y que la relación con su pareja no marchaba como él deseaba, unos condicionantes que le llevaron a cometer el crimen contra la joven de 18 años.

Los forenses explicaron que durante el seguimiento que realizaron al acusado, nunca puso en duda ni lo que pasó el 1 de octubre de 2005 en casa de su novia, ni por qué lo hizo, ni temía lo que le sobrevenía: “En ningún momento se nos planteó la duda de pensar que no sabía que estaba haciendo”.

La abogada del Instituto Canario de la Mujer se interesó por saber si el acontecimiento respondía a un episodio de violencia de género, a lo que los forenses explicaron: “El conflicto tiene un claro matiz de violencia de género porque como hombre le resulta difícil admitir que su pareja quiere terminar la relación. Se vino de su país para convivir con ella y se negó, por lo que cada vez se enfada más hasta que la mata”.

La psicóloga forense argumentó los comportamientos machistas que presentaba el acusado pues no entendía por qué ella “tenía que trabajar hasta tarde y estaba más integrada socialmente que él”. “Renato se vio superado por la situación de abandono y la mató”, dijo Meilán.

Una muerte lenta y sin posibilidad de defensa

Según el informe de autopsia elaborado por los forenses, Cinthia Dueñas fue estrangulada solo con la mano derecha del agresor oprimiéndole el cuello que no la soltó hasta que se aseguró de que estaba muerta.

El cadáver de la víctima presentaba muy pocas lesiones producidas por un forcejeo previo a su muerte y por un golpe en la cabeza que pudo ser causado al caer al suelo mientras su novio le apretaba el cuello.

Además, por las heridas que presentaba la víctima, los forenses averiguaron que Renato Correa no soltó el cuello de su novia hasta que no murió, pues la agarró estando de pie y realizó una “única compresión muy fuerte”.

La falta de oxígeno en el cerebro fue “la causa de una muerte lenta y que ofreció a Cinthia Dueñas pocas posibilidades para defenderse”, explicó la forense.

El juicio, tras la lectura de los informes finales por todas las partes, está pendiente del veredicto del jurado popular, que debe determinar a la vista de las pruebas practicadas si el acusado es culpable de un delito de homicidio o por el contrario ven probado que la calificación sea de asesinato.

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