Las lecciones que dejó el volcán de La Palma: mejorar los servicios de protección y fomentar la prevención

El volcán de La Palma deja mucha destrucción pero también muchas lecciones, entre ellas, las de mejorar los servicios de Protección Civil y fomentar la prevención y la autoprotección con la realización de simulacros. Así lo ha expresado el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez, este viernes en una comparecencia en el Parlamento de Canarias a instancias de Sí Podemos Canarias para tratar sobre las conclusiones y perspectivas respecto a la coordinación de las emergencias tras la erupción en Cumbre Vieja, de la que dijo que es posible extraer “muchas”.

Esta erupción representó una novedad en la vulcanología canaria por cuando la lava arrasó en su mayor parte terrenos urbanos y servicios esenciales, y además conllevó un operativo de unas mil personas desplegadas en el lugar y dependientes de mandos distintos.

También se utilizaron por primera vez drones para la supervisión, que realizaron unas 3.000 operaciones aéreas, prosiguió el consejero, quien indicó que se evalúa la actuación realizada y para el futuro se piensa mejorar los servicios de Protección Civil y profundizar en las técnicas utilizadas para reproducirlas cuando sea necesario.

Hay que entrenarse y prepararse para actuaciones conjuntas en materia de Protección Civil alejando la tentación “del protagonismo” en este ámbito, y Julio Pérez subrayó que igual que la gestión de la emergencia ha sido colectiva y colegiada, también debe serlo la de la reconstrucción. Además, afirmó que hay que reforzar los mecanismos de prevención y autoprotección con la realización de simulacros, de manera que se introduzca en la cultura general de los canarios el valor de la protección civil, que esté presente en su vida cotidiana y si es preciso, revisar el Pevolca para fomentar este mecanismo “y habituarnos a que el riesgo volcánico existe”.

También, señaló, será necesario adaptar los seguros a este tipo de catástrofes, como en el caso de la agricultura, y el consejero indicó además que se debe determinar cómo los cabildos continúen incorporados a la estructura del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), pero que la gestión del riesgo volcánico se haga desde el Gobierno regional.

Por Sí Podemos Canarias, el diputado Francisco Déniz preguntó si en los futuros mapas de riesgos se incluirán las recomendaciones de dónde se edifica y qué tipos de asentamientos se permiten porque las islas de ahora no son las de 1971, cuando la erupción del Teneguía, y hay “muchísima población”.

75% de probabilidad de una nueva erupción en Canarias

Matilde Fleitas, del grupo Socialista, pidió la revisión del Pevocla para planificar el fomento de la autoprotección, y valoró “la grandiosidad y resiliencia” del pueblo palmero, al tiempo que advirtió de que queda muchísimo trabajo por delante para fomentar la cultura de la protección en Canarias “sin agobiarnos ni angustiarnos”.

El diputado del grupo Nacionalista Canario Jonathan de Felipe propuso que se cree un consorcio con todas las administraciones públicas, desde el Estado hasta los ayuntamientos, para gestionar futuras emergencias ya que, añadió, se estima que en los próximos 50 años hay un 75% de probabilidad de una nueva erupción en Canarias.

Luz Reverón, del grupo Popular, habló de la coordinación exquisita entre todas las administraciones, elogió el que se consiguiera el primer objetivo, que era salvar vidas, y subrayó que ahora se trata de devolver sus bienes a las familias que lo han perdido todo bajo la lava.

Por Nueva Canarias, Luis Campos dijo que es de justicia reconocer las cosas cuando se hacen bien y se ha hecho de manera excepcional, con una “fantástica” coordinación del Pevolca que puede ser un punto de inflexión ante nuevas situaciones de este tipo, en las que habrá que reforzar los sistemas operativos y los planes de cooperación.

Ricardo Fernández de la Puente, del grupo Mixto, por Ciudadanos, afirmó que ahora es el momento de la reconstrucción y toca el momento de que las ayudas lleguen a las personas damnificadas manteniendo la unidad, pero también el Gobierno, dijo, debe asumir con espíritu constructivo las críticas por la lentitud en su gestión.