María Elena y su familia vivían con miedo por culpa de su presunto asesino
Este martes le ha tocado el turno de declaración como testigos a los familiares de María Elena Pedraza Velázquez, de 45 años, la mujer asesinada presuntamente a manos de su ex pareja, Massimo Chindamo, en la puerta de la Cruz Roja de la capital grancanaria.
Los tres hermanos de la víctima, Juan Manuel, José Antonio y Carlota, han coincidido en su reiteración al tribunal del jurado y al magistrado, Emilio Moya, en su petición de justicia, porque como afirmó Carlota, “lo que este hombre hizo con ella fue una carnicería y no tuvo clemencia”.
Juan Manuel P., el primero de los hermanos que declaró, aseguró que fue cuando su hermana salió una noche con un amigo al Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria cuando “firmó su sentencia de muerte”.
Cuando la víctima regresó de esta salida, el acusado, Massimo Chindamo, estaba esperándola a las puertas de su domicilio y la abofeteó. Fue al subir al domicilio de la víctima con la excusa de beber agua el momento en el que le rasgó la ropa interior para intentar abusar de ella, aseveró uno de sus hermanos.
“María Elena tenía mucho miedo tanto por ella como por nosotros”, dijo Juan Manuel a la Sala porque el acusado amenazó a la víctima con agredir a su familia si se enteraban de los malos tratos.
Juan Manuel concluyó su testimonio explicando al jurado que “nadie puede imaginar el dolor, tristeza, daño y desgarro que este elemento hizo a la familia porque ella sufrió la saña pero nosotros llevamos las heridas. Mi padre no sabe aún lo que pasó porque es un anciano enfermo”.
Carlota, la única hermana de María Elena, explicó que intentó protegerla de este hombre, no sabe muy bien por qué, simplemente porque “intuía su peligrosidad”. Tras la denuncia presentada por los malos tratos recibidos, Carlota manifestó sentirse “indefensa” pues la Policía le dijo “como en otros casos, que hasta que no hubiera sangre no podían actuar”. La testigo alegó también que entendió “qué tipo de persona” era el acusado por frases como “si no eres para mí no serás para nadie”.
Este martes también declaró ante la Sala, Marcos S., el hombre con el que el acusado pensaba que le era infiel María Elena, el cual negó cualquier tipo de relación sentimental con la víctima. Aseguró que le tenía miedo a Massimo Chindamo porque le mandó mensajes de móvil y llamadas que no contestó para saber qué hacía con su ex novia.
Los peritos forenses que acuidieron a prestar declaración en el juicio negaron que el acusado no tuviese sus facultades volitivas y cognoscitivas en el momento en el que acuchilló presuntamente a María Elena tal y como sostiene la defensa de Massimo Chindamo.
Una vez que este martes por la tarde las partes concluyan con sus alegatos finales, el juicio quedará pendiente del veredicto del jurado que comenzará a deliberar a partir de este miércoles