Muestran cómo cambia el cerebro de una memoria a otra

MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

En un artículo publicado en la edición de esta semana de la revista 'Nature', investigadores del Instituto Kavli de Neurociencia de Sistemas, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, describen exactamente cómo reacciona el cerebro durante la transición entre una memoria y la siguiente. El estudio empleó un método que permite realizar mediciones en milisegundos. La investigación se llevó a cabo en el laboratorio de May-Britt y Edvard Moser, codirectora y director, respectivamente, del Instituto Kavli, y fue dirigida por Karel Jezek.

Los descubrimientos muestran que la memoria se divide en paquetes individuales, de forma análoga a la forma en que la luz se reparte en partes individuales llamadas cuantos. Cada memoria dura sólo 125 milésimas de segundo tiempo -- lo que significa que el cerebro puede cambiar entre diferentes memorias ocho veces en un segundo.

“El cerebro no se deja confundir,” afirma la profesora May-Britt Moser, “nunca se mezclan diferentes lugares y recuerdos, a pesar de que los percibamos de esa manera; esto se debe a que los procesos que tienen lugar dentro de la cabeza cuando el cerebro está en busca de un mapa -- sobre dónde nos encontramos en un momento determinado -- se llevan a cabo tan rápido que no notamos que, en realidad, estamos buscando entre diferentes mapas. Cuando nos sentimos confundidos, es porque hay una competencia en el cerebro entre dos o más memorias”.

El enfoque del estudio consistió en monitorear cuidadosamente la actividad eléctrica en distintas partes del cerebro de un grupo de ratas, mientras éstas exploraban diferentes laberintos. Para resolver la cuestión de si el cerebro mezcla recuerdos, los investigadores crearon una caja especial para sus animales de laboratorio que les permitió “teletransportar” de forma instantánea, a una rata de un lugar a otro. Luego, analizaron cómo el cerebro manejaba la memoria cuando la experiencia de un lugar cambiaba, de repente, a otro.

“Engañamos a las ratas”, explica May-Britt Moser, “no las teletransportamos, por supuesto, pero conseguimos un enfoque que les hizo creer que así fue. Las características de la caja, que dan a las ratas una idea de dónde están, han sido construidas a partir de diferentes esquemas de iluminación. Por lo tanto, pudimos cambiarlas de un lugar a otro con el simple accionamiento de un interruptor”.

Las ratas fueron entrenadas durante largo tiempo para creer que los esquemas de iluminación representaban distintas salas. Los investigadores observaron que las ratas realmente creían que estar en diferentes lugares mediante su actividad cerebral.

Cuando los investigadores “teletransportaban” a las ratas de un lugar a otro moviendo el interruptor de la luz de la A a la B, las ratas experimentaron exactamente el tipo de confusión que siente alguien cuando momentáneamente no sabe dónde se encuentra. “Pero la mente en realidad no mezcla los mapas”, añade May-Britt Moser, “va y viene entre los dos mapas que representan las salas A y B, pero nunca se encuentra en una posición intermedia”.

May-Britt y Edvard Moser habían descubierto previamente la ubicación del sentido de lugar del cerebro, cómo funciona el cerebro para producir recuerdos claramente diferentes y el mecanismo para cambiar entre experiencias a través del uso de los sentidos y las imágenes almacenadas como recuerdos. Ahora, los investigadores también han demostrado cómo el cerebro cambia entre las memorias individuales, y cuánto tiempo el cerebro se detiene en los diferentes paquetes de memoria.

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