Las negociaciones se encallan en los últimos compases de la cumbre de Durban
DURBAN, 10 (Reuters/EP)
La cumbre de Durban sobre el cambio climático agota sus últimas horas sin haber alcanzado un acuerdo para prorrogar el Protocolo de Kioto. Los países en desarrollo continúan siendo los principales escollos para la firmar un documento definitivo, lo que ha resultado en la redacción de nuevos borradores para evitar que las conversaciones se encallen de forma absoluta.
“Ha habido una fuerte apelación por parte de los países en desarrollo, alegando que los compromisos propuestos en los textos no eran suficientes, tanto en el Protocolo de Kioto como para otros países”, ha afirmado el ministro para el Cambio Climático de Noruega, Erik Solheim.
Como consecuencia, el ministro de Asuntos Exteriores sudafricano, Maite Nkoana Mashabane ha suspendido las negociaciones de forma momentánea después de que los países en desarrollo, una coalición de islas y la UE reprochara la falta de ambición del actual borrador.
Durante la madrugada, los delegados están abordando nuevas configuraciones del acuerdo final para que, a primera hora de la mañana de este sábado, sea debatido en la cumbre con el fin de que los principales emisores de gases contaminantes a la atmósfera se comprometan a poner su granito de arena para evitar que el cambio climático se acentúe.
El 'quid' de las disputas se encuentra en el lenguaje jurídico empleado para los “instrumentos legales” que forjan los compromisos por países, además del establecimiento de un grupo de trabajo que elabore un régimen de recorte de emisiones para el año 2015 que, entre otras cosas, insuflará la presión sobre los países más contaminantes.
El consejero político para el cambio climático de la ONG Oxfam, Tim Gore, ha señalado que “uno de los temas espinosos que se han dejado fuera (de las conversaciones) es la fecha en la que el nuevo acuerdo (que se firme en Durban, Sudáfrica) debe entrar en vigor, que podría ser, como tarde, en 2020”.
Asimismo, no está previsto que se apruebe un plan de ayuda para los países más pobres para que lidien con los efectos del cambio climático, una de las demandas más repetidas entre los activistas.
En definitiva, la situación continúa encallada en el mismo punto desde el que partía la cumbre de Durban: la UE, presionando a “unos pocos países” para que firmen el acuerdo trazado por los europeos; Estados Unidos, insistiendo en que no firmará salvo que los demás países contaminantes también se comprometan; y China e India, indignados porque se les exija un mismo nivel de recortes de emisión de gases contaminantes que a las naciones que más emiten.