Ofensiva para impedir nuevos sondeos petrolíferos frente a la costa de Fuerteventura

El Rowan Rennaisance, el barco con el que Repsol realizó las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a Canarias. (Felipe de la Cruz/Diario de Lanzarote).

Manuel Riveiro

Puerto del Rosario —

Las luces rojas de alarma se vuelven a encender en Fuerteventura. La adjudicación a la empresa italiana ENI de la concesión para llevar a cabo prospecciones petrolíferas enfrente de las costas de las Islas orientales ha disparado la preocupación de organizaciones políticas y sociales. Los primeros movimientos para tratar de impedir nuevas perforaciones en aguas próximas al litoral majorero ya han comenzado ante el Gobierno central y la Unión Europea. Entre Fuerteventura y las zonas de prospección petrolífera autorizadas por Marruecos hay una distancia de apenas medio centenar de kilómetros.

La Oficina nacional de hidrocarburos y minas (Onhym) de Marruecos reconoce que, entre el 30 de junio y el 31 de julio de 2014, en la amplia zona adjudicada ahora a la petrolera ENI, ya se efectuó la perforación de un pozo petrolífero, denominado TAO-1. En aquel momento se perforó bajo una lámina de agua de 105 metros y se alcanzó una profundidad final de 3.518 metros. Las compañías que tenían hace tres años la concesión del área, denominada Tarfaya off-shore, eran la portuguesa Galp y la australiana Tangiers Petroleum. La versión oficial que ofrecieron fue que el pozo perforado “no contenía petróleo recuperable”.

No es el primer pozo que se perfora en las aguas que separan a la Isla de la costa africana. De hecho, Tangiers Petroleum detalla en un informe, al que ha tenido acceso Diario de Fuerteventura, hasta 13 catas efectuadas entre finales de los años 60 y principios de los 80, por las petroleras Esso, Mobil, Amoco, Walter y Shell. En uno de esos pozos, denominado Cap Juby-1, perforado por Mobil en 1984, se obtuvieron muestras de petróleo. Muy cerca, pero en 1972, la petrolera Esso también había conseguido muestras de hidrocarburos. Ahora, Marruecos concede la nueva autorización después de haber realizado análisis batimétricos y sísmicos “de muy alta resolución”, según reconoce la petrolera ENI.

La última perforación petrolífera en la zona de Tarfaya, hace tres años, coincidió prácticamente con la que efectuó Repsol, cuatro meses más tarde, y que generó una ola de rechazo, multitudinarias manifestaciones en las calles y acuerdos contrarios a las prospecciones en el Parlamento de Canarias, los cabildos y los ayuntamientos. Repsol perforó bajo una lámina de agua de 882 metros y taladró hasta los 2.211 metros de subsuelo marino: un total de 3.093 metros de profundidad. El dato de la profundidad de la lámina de agua es relevante: la petrolera ENI ha indicado que su actividad exploratoria se llevará a cabo a un millar de metros. Para Pedro Hernández, portavoz de El Guincho-Ecologistas en Acción, eso evidencia que las posibles catas se efectuarían en las aguas más próximas a las Islas, en torno a la mediana entre Marruecos y Canarias, puesto que “cerca del litoral marroquí existe una amplia plataforma continental en la que la profundidad es escasa”.

Apelar a la Unión Europea

Las nuevas prospecciones petrolíferas abarcan una amplia área de 23.900 kilómetros cuadrados, y su borde exterior llega prácticamente hasta la mediana: tan solo unos 50 kilómetros de distancia, menos que entre Corralejo y Gran Tarajal. Las aguas al oriente y al sur de Lanzarote y Fuerteventura han sido catalogadas como Lugar de Interés Comunitario (LIC) e incluidas en la Red Natura 2000 de la Unión Europea, por sus altos valores y biodiversidad. El portavoz de Ecologistas en Acción subraya que “una actividad minera como las prospecciones petrolíferas genera un peligro inaceptable” y aboga por intervenir ante las instancias comunitarias para que se llegue a un acuerdo con Marruecos y desterrar la posibilidad de nuevas perforaciones “en un área geográfica con una riqueza marina excepcional y por ser uno de los bancos de pesca más importantes del mundo”. “La naturaleza no entiende de fronteras”, abunda Hernández, quien incide en la influencia que puede ejercer la Unión Europea con un socio comercial preferente como es Marruecos.

Los primeros pasos ya se han empezado a dar: el Cabildo de Fuerteventura se dirigirá al Gobierno central y a la Comisión Europea para tratar de evitar nuevas prospecciones que ponen “en riesgo” las aguas próximas a la Isla. El diputado Mario Cabrera (CC) también ha anunciado que habrá iniciativas en el Parlamento de Canarias y “en todas las instituciones” contra los sondeos. Para Cabrera, “los riesgos siguen siendo los mismos” que cuando el Gobierno de Mariano Rajoy dio la autorización a Repsol, en contra de la voluntad de la comunidad autónoma canaria.

Coincidencias con las explosiones sónicas

Buceadores de Fuerteventura y Lanzarote detectaron el pasado 22 de octubre sonidos de explosiones que concuerdan con los que se producen en prospecciones petrolíferas mediante cañonazos sónicos al subsuelo marino. El diputado Mario Cabrera señala que hay que esperar a “conocer los datos que el Gobierno de Canarias está recabando” a través de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), pero destaca que “empieza a haber demasiadas coincidencias entre los sonidos detectados en noviembre en Fuerteventura y Lanzarote con este tipo de actividades mineras submarinas”.

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