Recuperar la virgen del pueblo a golpe de clic: cuando una talla de una iglesia de Sevilla apareció en Tenerife
Aznalcóllar (Sevilla) vuelve a rezar a su Virgen de la Inmaculada porque su foto se colgó en una red social en Tenerife, y Barcial del Barco (Zamora) recuperó sus dos tablas renacentistas gracias a una aplicación móvil de Interpol. Las nuevas tecnologías se han convertido en un buen aliado para la investigación del robo de obras de arte, que incluso pueden recuperarse a golpe de clic.
Pero sin la colaboración ciudadana sería más difícil. Y si no, que se lo digan a los vecinos de Brihuega (Guadalajara), que ya vuelven a tener su códice del siglo XIII gracias a que un soldado evitó que fuera pasto de las llamas en la Guerra Civil.
Lo conservó hasta hace poco, hasta que su hijo y una casa de subastas de Barcelona decidieron avisar a la Guardia Civil para devolverlo al pueblo. Y lo hicieron a la Sección de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado, como recuerda a Efe el teniente jefe responsable de este grupo.
Se sigue robando arte en los pueblos, corrobora el teniente, pero menos que en los años ochenta. Y es que muchas localidades ya han instalado medidas de seguridad en sus ermitas e iglesias para ponérselo más difícil a los cacos.
Tampoco se dejan sus puertas abiertas para que el visitante -no siempre un turista amante del arte- entre como Pedro por su casa y arrample con imágenes, cálices, candelabros o lo que crea que tiene algún valor. Un “goteo” de robo de objetos que luego se exponen en el “escaparate” de internet para su venta al mejor postor.
Escudriñando en la red
Así que ya es habitual que los investigadores de las fuerzas de seguridad dedicados a luchar contra los robos en el patrimonio histórico se pasen horas escudriñando en la red.
Gracias a ello, la Guardia Civil pudo evitar hace unos días que la espada de hierro más antigua de España, localizada en Villanueva de la Fuente (Ciudad Real) y que data de la primera Edad de Hierro, pasase a manos de un particular.
A punto estuvo su dueño, que al parecer desconocía su valor, de llevarse un buen pellizco por ella. Finalmente, y tras las gestiones de la Guardia Civil para autentificar la pieza, esta singular espada ya está en el Museo Municipal de Ciudad Real.
El “dueño” de la Virgen de la Inmaculada, la imagen más venerada de la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de la localidad sevillana de Aznalcóllar, no tenía intención alguna de venderla. Pero el día de la Inmaculada de 2021, que se celebra el 8 de diciembre, la expuso en Instagram junto con otras imágenes.
Más de 10.000 seguidores pudieron contemplarla, entre ellos un usuario de Jaén que, precisamente, era de Aznalcóllar y enseguida se percató de que era la virgen de su pueblo, que había sido robada en 2016.
Después de verla, no podía dormir. No sabía que hacer. Así que decidió comentárselo al párroco de su pueblo y este dio parte a la Guardia Civil. La unidad especializada de la UCO se puso a investigar y dio con el usuario que la había colgado. Una pareja de La Orotava, en Tenerife, que la había comprado de buena fe a un anticuario de Sevilla por 4.000 euros.
Hasta la isla viajó el teniente jefe de la Sección de Patrimonio Histórico de la UCO, que se trajo la imagen en un vuelo de Iberia Exprés, precintada con papel burbuja y en su correspondiente asiento. Aterrizó la virgen en Madrid y ya ha sido entregada a sus fieles.
Y se sabe quién la robó. Un reincidente ladrón que está en la cárcel y que en un descuido se subió al altar de la iglesia y se la llevó. Con el Código Penal en la mano, solo es un hurto.
La aplicación de Interpol
Dice el INE que Barcial del Campo (Zamora) tiene 241 habitantes. Por tanto, es un municipio “goloso” para los ladrones de iglesias. De su templo parroquial han desaparecido varias cosas, entre ellas, en 1979, dos tablas renacentistas que adornaban su altar mayor.
Han vuelto y ha sido gracias a la aplicación móvil ID-Art que Interpol, en su afán de combatir la sustracción de bienes culturales en todo el mundo, ha puesto en marcha con un avanzado software de reconocimiento de imágenes.
Ni más ni menos que 52.000 imágenes correspondientes a 134 países pueden supervisarse en la base de datos de esta aplicación, que puede descargarse en el móvil y que si para alguien es útil es para los investigadores de este tipo de delitos que atentan contra al patrimonio artístico.
¿Cuántas imágenes hay de España? Según los últimos datos comprobados por Efe hay un total de 725, desde cuadros, retablos, esculturas antiguas y modernas, códices...
Para el responsable de la UCO, se trata de una herramienta más que útil, donde el usuario puede introducir mediante un cuestionario la foto y las características del objeto robado, certificado por las policías.
En el caso de las tablas renacentistas, su actual propietario, que disponía de la aplicación ID-Art, las cotejó con la fotografía que había en la base de datos y comprobó que se correspondían con las robadas. Las entregó a la Guardia Civil y esta a su vez, al pueblo.
Solo es un ejemplo de los buenos resultados que puede dar, y que efectivamente da, esta nueva tecnología, que el teniente de la UCO aconseja utilizar. Quizá con ella puedan recuperarse otras dos obras que aún tienen su hueco en la iglesia de Barcial del Barco aunque no estaban en el retablo: La Anunciación y El abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada.
No siempre los objetos robados tienen un gran valor económico, pero sí sentimental, porque son el patrimonio de siglos de un pueblo. Por eso agradecen tanto a las fuerzas de seguridad que los recuperen y se los entreguen.
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