Repulsa e indignación por la quinta víctima de violencia de género en las Islas
El Foro contra la Violencia de Género de Tenerife se concentró este miércoles en repulsa por la muerte, a manos de su pareja, de Edelmira Cabrera, un asesinato que en opinión de este colectivo es “un reflejo alarmante de la violencia que se ejerce de forma cotidiana sobre las mujeres en todos los ámbitos”.
A la concentración, que se realizó en la plaza de la Candelaria de la capital tinerfeña, acudieron unas 50 personas, entre ellas dos de los hijos de la mujer fallecida, que tenía 56 años y residía en La Corujera, en Santa Úrsula, y que murió el lunes por la noche tras recibir varios disparos por parte de su pareja, Domingo Illada.
Begoña Barras, miembro del foro, leyó un comunicado en el que el colectivo expresa “su repulsa e indignación” por este nuevo asesinato, que convierte a Edelmira Cabrera en la quinta víctima de la violencia de género en Canarias en lo que va de año.
“Nos indigna el elevado número de asesinatos al que asistimos semana tras semana de mujeres de todas las edades, muchas de ellas adolescentes y jóvenes que empezaban a vivir”, se indica en el comunicado.
El foro denuncia que no se trata de muertes aisladas, fruto de situaciones particulares o del arrebato individual de un agresor, sino que son asesinatos asentados en un patrón cultural, el de la cultura patriarcal, que dicta que las mujeres deben vivir sometidas a la voluntad y al control de los hombres.
Según este patrón las mujeres deben someterse a los deseos de los hombres, respetar su poder y saber “cuál es su sitio” en el hogar, en las relaciones de pareja, en lo íntimo y en lo público, como la calle, el trabajo o la comunidad, añade el comunicado.
“Una cultura patriarcal que legitima que se puede ejercer violencia contra las mujeres en todos los ámbitos, con distinta intensidad y bajo múltiples formas, y de las cuales los asesinatos son la máxima expresión”, apunta.
El foro reclama a los poderes públicos que se establezcan políticas de igualdad eficaces y efectivas que garanticen la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, y que impidan que se sigan reproduciendo los modelos de dominación patriarcal que están en la raíz de la violencia.
Asimismo, exige medidas “inmediatas” que permitan proteger la vida y la integridad física y psíquica de las mujeres que sufran agresiones, además de acabar con la impunidad de los agresores.