El riesgo de incendios en Canarias es alto
Más de la mitad de la superficie de España se encuentra en situación de riesgo extremo de incendios y más de un tercio, entre el que se encuentra Canarias, está en riesgo alto o moderado, debido, sobre todo, a las elevadas temperaturas, a la ausencia de precipitaciones y a la mayor cantidad de biomasa presente por el aumento de lluvias en primavera.
El boletín diario de Protección Civil que analiza estas condiciones junto con la información sobre vientos y relieve sitúa hoy en riesgo extremo de incendios a la mitad sur de la Península, -que incluye Andalucía, Murcia, Valencia, Castilla-La Mancha y gran parte de Extremadura-, a un área del nordeste que comprende la mayoría de la superficie de Aragón y de Cataluña, y al archipiélago balear.
En riesgo alto se encuentran el archipiélago canario y la mayor parte de la mitad norte de la Península, incluyendo casi todo el Pirineo y buena parte de Castilla y León, mientras el resto, salvo una estrecha franja a lo largo de la costa cantábrica, se encuentra en riesgo moderado.
El aumento de las lluvias a finales de esta primavera disminuyó algo el riesgo de incendios a principios de verano al reducir la sequedad del terreno pero, a la vez, provocó un aumento de la biomasa que no ha habido tiempo de retirar, ha explicado el portavoz del sindicato de agentes forestales SAFTAM Telmo Guerreiro.
Ahora, debido a la ausencia de lluvias durante las últimas semanas, esta vegetación está cada vez más seca y disponible para arder, y si para septiembre las precipitaciones no llegan, la disponibilidad será aún mayor, ha afirmado Guerreiro.
Según el agente, en verano cualquier zona es de riesgo y es susceptible de sufrir un incendio si las condiciones meteorológicas son desfavorables.
La situación de riesgo es similar a la de otros veranos, en opinión de Guerreiro, por lo que, a pesar de la menor magnitud de los incendios que se han producido en lo que va de estío respecto a años anteriores, es necesario extremar las precauciones.
Esta menor extensión de los incendios se debe a que el clima ha sido un poco menos extremo, a las labores preventivas realizadas, a la mejora de los medios de extinción y a la concienciación ciudadana.