La Villa del Agua se queda sin agua potable
La Villa del Agua se queda sin agua potable. Los habitantes del municipio grancanario de Firgas (casi 8.000 personas) están sufriendo importantes restricciones en el suministro, al menos, desde este miércoles. El concejal del área, Alexis Vicente Henríquez (PSOE) asegura que se está trabajando sin descanso por restablecer este bien básico, aunque aún se desconoce hasta cuando podrán durar estos cortes.
El consistorio avisó a través de sus redes sociales este mismo miércoles por la mañana de que “a partir” de ese día se iban a producir restricciones en el suministro de agua potable en el municipio. Una información que acompañaba de una infografía sobre la importancia de “no derrochar” agua, “un tesoro” y “seña de identidad” de Firgas.
El post de Facebook acumula decenas de comentarios de vecinos y vecinas que muestran su preocupación por la duración que tendrán estos cortes y asegurando que la situación se ha prolongado durante demasiadas horas. También expresan su malestar por la falta de comunicación con tiempo y la vía, ya que no todas las personas de la localidad tienen perfil en esta red social.
El concejal de Aguas subraya que se ha llegado a esta situación por “un cúmulo de problemas”, pero insiste en que ya se está resolviendo. Lo achaca, entre otras cuestiones, a la rotura de un pozo que suministra agua al municipio, unido al calor y al aumento del uso de este bien básico en estos últimos días.
Alexis Henríquez subraya que el Consorcio Insular de Aguas también está ayudando desde este jueves suministrando agua desalada para que lo antes posible pueda restablecerse el suministro en todos los barrios. De momento, se ha logrado que vuelva a correr agua del grifo con normalidad en el casco, pero aún quedan muchas zonas.
El problema que sufre Firgas con el agua no es novedoso. La villa, muy conocida por su famosa embotelladora, sufre una gran dependencia de pozos particulares, lo que supone una importante inversión para las arcas públicas cada año. La principal causa de esta dependencia es la elevada concentración de manganeso que ha sufrido el caudal público, procedente de las tres captaciones municipales ubicadas en Buenlugar, Lomo El Pino y La Montaña.
En el año 2016 se puso en marcha el proyecto de construcción de una planta de ozono que pretende tratar el agua de abasto y así reducir la compra a los poceros y abaratar costes.
La planta, según informó el concejal de Aguas este jueves, supuso una inversión de casi medio millón de euros (financiada con el Fdcan) y está finalizada desde diciembre. Sin embargo, aún no se ha podido poner en marcha. En un futuro, confía en que esta planta ayude a mitigar estos problemas.
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