Los sindicatos no firmantes desgranan el acuerdo de Sanidad
Los sindicatos UGT, Intersindical Canaria y Sindicato de Auxiliares de Enfermería consideraron este martes que el acuerdo alcanzado en la Mesa Sectorial de Sanidad contienen reivindicaciones históricas pero advirtieron que crea agravios comparativos entre las diferentes niveles del personal sanitario.
Representantes de los tres sindicatos explicaron en rueda de prensa los motivos por los que este lunes no suscribieron el acuerdo adoptado por la Mesa Sectorial de Sanidad, que contiene, entre otras medidas, la jornada laboral de 35 horas semanales.
El representante de Intersindical Canaria David Muñoz indicó que la negociación ha sido “compleja, poco transparente, enmarañada y atravesada” y consideró como aspectos positivos del acuerdo, además de las 35 horas semanales, la consolidación de 60 euros como retribuciones fijas y el reconocimiento de la carrera profesional para las categorías A y B no sanitarios y para los grupos C, D y E.
Además compartió la creación de un comisión técnica para revisar el modelo de recursos humanos del Servicio Canario de la Salud y de que se incentive al personal que trabaja en zonas de especial cobertura y al que tiene horario de tarde, así como que se reconozca el desfase que tiene el personal de Atención Primaria frente al resto del Estado.
Muñoz señaló que a pesar de la jornada laboral de 35 horas, en el acuerdo no se ha previsto el incremento de plantilla para poder ofrecer una cobertura sanitaria adecuada dentro de la nueva jornada, no se ha hecho una ponderación específica para el personal que trabaja de noche ni se ha reconocido que además de enfermeros, hay otras categorías que trabajan 30 horas a la semana.
El representante sindical consideró que también es negativo que se quiera limitar la jornada laboral en los centros de salud los viernes hasta las 18.00 horas sin querer potenciar los servicios de urgencia.
Respecto a las mejoras salariales, Muñoz indicó que dentro de las mismas categorías profesionales se crean diferencias e incluso se puede dar la paradoja de que una matrona cobre menos que una enfermera que no tiene especialización.
Los representantes sindicales criticaron también que el solapamiento horario sólo se abone a los diplomados sanitarios y que sólo se actualicen las listas de contratación de los médicos de familia.
Además pidieron que la carrera profesional para los niveles no sanitarios de los grupos A y B y de los grupos C,D y E se adelante a este año y no se espere al 1 de enero de 2008.
En opinión del representante de IC, en este acuerdo se “abren heridas cerradas” ya que se produce un agravio comparativo hacia los grupos C, D y E, lo que hace pensar, dijo, que la administración sanitaria considera que hay trabajadores de primera, segunda y tercera categoría.
La representante de UGT, María José Castañeda, señaló que a estos tres sindicatos les ha dado tristeza no poder firmar el acuerdo y criticó que el SCS no haya aceptado sus peticiones porque se trataba de un “pequeño gesto que habla de justicia”.
Castañeda se mostró convencida de que ha habido una mesa paralela formada por el SCS y por el resto de los sindicatos y señaló que aunque no tienen la mayoría, no se puede ningunear su opinión ya que representan al 40% de los trabajadores.
El también representante de IC Carlos Suárez dijo que si esta negociación se ha producido es por el ultimátum dado por estos tres sindicatos y lo que era un conflicto que afectaba a los grupos C, D y E, fue aprovechado por la Administración para introducir otras medidas de calado.
A su juicio, el acuerdo tiene un “tufillo electoral” y advirtió de que puede resultar bueno o ser un “bomba de relojería”.
Anunció que los sindicatos expondrán el acuerdo a los trabajadores, y serán ellos los que decidan qué medidas tomar.
La representante del SAE Inmaculada García indicó que entre los trabajadores existe confusión porque nadie les ha explicado el contenido del acuerdo.