Teror, de luto
El fallecimiento de Francisco Dávila, conocido por Pancho, y de su hijo Pablo en la explosión ocurrida este miércoles en su taller de pirotecnia de El Secuestro, ha conmocionado al municipio y a toda Gran Canaria. Teror ha perdido en este trágico suceso a dos miembros de la afamada familia de pirotécnicos de los Dávila, donde también resultó herido de levedad el sobrino Francisco Jiménez.
El alcalde de Teror, Juan de Dios Ramos, trasmitió en rueda de prensa sus condolencias por la lamentable pérdida de Pancho y Pablo, y ha convocado un pleno extraordinario y urgente para este jueves 20 de agosto, a las 10.00 horas, donde se acordarán tres días de luto en señal de duelo.
La fuerte explosión ocasionada a las 15.15 horas en la zona de trabajo, por motivos aún desconocidos, provocó un enorme estruendo que pudo oirse en los municipios vecinos. Además, según explicó el Ayuntamiento en un comunicado, propició un incendio en la ladera colindante con Osorio que fue aplacado sobre las 18.00 horas gracias a la gran eficacia de los distintos equipos de extinción y emergencia desplazados hasta el lugar, donde intervinieron unidades del Consorcio Insular de Emergencias, Medio Ambiente, Protección Civil e incluso la unidad militar de emergencia.
Hasta el lugar se desplazaron varias autoridades, entre ellas el subdelegado del Gobierno, el presidente del Cabildo, el consejero de Medio Ambiente, y prácticamente todas las autoridades municipales, que elogiaron la rápida intervención de los efectivos.
