El último naufragio en la ruta canaria deja un milagroso rescate y al menos ocho desaparecidos
Una nueva tragedia más en esta peligrosa ruta migratoria con el deseo de alcanzar Europa. Se trata de la más mortal de todo el continente: desde 2021 hasta el pasado mes de octubre de 2022, han muerto al menos 1.553 personas intentando llegar al Archipiélago desde distintos puntos de África Occidental. Este dato supera cualquier período de dos años analizado desde que la organización comenzó a documentar los fallecimientos en 2014.
Este pasado martes 22 de noviembre un dispositivo de Salvamento Marítimo se puso en marcha alrededor de las 9:45 horas para buscar en el sur de Gran Canaria a unas diez personas de origen magrebí que podrían haber desaparecido al hundirse una patera cerca de la costa, según el testimonio de un superviviente del naufragio, que fue encontrado flotando, agarrado a un bidón de combustible.
El hombre fue conducido de inmediato al puerto deportivo de Pasito Blanco, donde recibió una primera asistencia antes de que lo enviaran al Hospital Insular de Gran Canaria. Esta persona ha asegurado que venía en una patera que volcó con un número aún no determinado de personas. La patrullera Río Tambre de la Guardia Civil ha retomado sobre las 08:00 horas de este miércoles la búsqueda de más personas.
Según han informado a EFE fuentes de Salvamento y la Cruz Roja, el superviviente, un hombre de origen magrebí de 45 años, fue rescatado a unos 11 kilómetros de la costa por una embarcación de recreo que pasaba por esa zona y oyó sus gritos de auxilio.
Junto a él, solo han aparecido tres bidones de combustible como el que salvó la vida al único superviviente del que se tienen noticias por el momento y algunos restos más que, supuestamente, estaban a bordo de la patera.
Por su parte, Salvamar Macondo batieron durante toda la tarde esa franja marítima, situada a unos cinco kilómetros al sur de la punta de Maspalomas, con ayuda de dos helicópteros de Salvamento Marítimo y el Gobierno de Canarias que se relevan en las tareas de búsqueda.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
La OIM recuerda que “la peligrosidad y la longitud de esta ruta impide recopilar datos completos”, por la dificultad para verificar ''naufragios invisibles'' en los que se pierden barcos enteros con todos sus ocupantes.
''Muchas de las muertes en las rutas migratorias a los países de destino en Europa podrían haberse evitado mediante una asistencia rápida y efectiva a los migrantes en peligro'', alerta la OIM en su comunicado. En él, también tilda de ''fracaso estructural'' el bloqueo de los Estados a proporcionar vías seguras y adecuadas.
Ya en abril de este año, Naciones Unidas pidió ''acciones urgentes'' ante el elevado número de muertes en la ruta canaria. ''El viaje por mar desde los estados costeros de África Occidental, como Senegal y Mauritania, hasta las Islas Canarias es largo y peligroso y puede durar hasta diez días. Muchos barcos se han desviado de su rumbo o han desaparecido sin dejar rastro en estas aguas'', rezaba el informe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
''Muchos cruces se llevaron a cabo en botes inflables llenos y no aptos para navegar, que a menudo volcaron o se desinflaron, lo que provocó la pérdida de vidas'', subrayaba el texto. Así, Acnur solicitó el apoyo de los Estados para ofrecer alternativas a estos viajes y ''evitar que las personas se conviertan en víctimas de los traficantes''. La Agencia pidió que se reforzara la asistencia humanitaria, el apoyo y ''las soluciones para las personas que necesitan protección internacional y los supervivientes de graves abusos de los derechos humanos''.
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