Poca afluencia en la manifestación por la reapertura de las guarderías
A pesar de haberlo anunciado previamente por los barrios de Jinámar, de conovocar a las partes implicadas y de gritar “no nos mires, únete”, la manifestación que exigía la reapertura de las guarderías y la vuelta de sus 56 trabajadores logró reunir a tan solo medio centenar de personas.
El espíritu de los 30 años en marcha que trata de invocar la fuerza vecinal que un día logró ver reconocidos sus derechos, pareció desvanecerse entre las pancartas que pedían la reactivación del servicio infantil.
Los vecinos, afectados por el cierre de las guarderías municipales de Telde (Las Remudas, La Herradura, Jinámar y Las Huesas), hicieron un esfuerzo por advertir del daño que se está provocando a las familias con niños de entre cero y tres años.
Miguel Cabrera, miembro de la comisión vecinal de Jinámar 30 años en marcha, aseguraba que “es un problema de todos, tanto de los padres como de los que no lo son”. Él, vive de cerca el problema: “yo estoy trabajando y mi hija tiene hijos, así que ni siquiera puede dejarlos con los abuelos”, por lo que se ve obligada a dejar de optar a un puesto de trabajo, resultando que “al final es la mujer quien tiene que quedarse en casa”, sobre todo tratándose de madres solteras.
Los manifestantes iniciaron su recorrido en la escuela infantil de Jinámar, para continuar por las calles Fernando Sagaseta y Manuel Alemán. En las pancartas, podía leerse Guarderías abiertas ya o Comedores escolares gratuitos.
Educadores, personal de lavandería o de cocina, hasta un total de 56 trabajadores, fueron despedidos. Tan solo conservaron sus empleos tres personas, ubicados en otros centros.
Cecilia Guerra, presidenta del comité de empresa del personal laboral del Ayuntamiento de Telde, advertía de que “han dejado a 500 niños en la calle y ya se está notando la carencia de comidas que antes tenían aseguradas, como el desayuno, la comida y, en muchas ocasiones, la merienda”.
Padres y trabajadores han realizado 49 propuestas al consistorio, con el fin de evitar la privatización de los centros. Entre ellas, se recogen la reducción de salario de los trabajadores y el aumento de la cuota de los usuarios. De momento, ninguna ha salido adelante.
