Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Estabilidad como garantía de futuro
La creación de empleo en Santa Cruz de Tenerife sigue al alza. Los datos dados a conocer esta semana por la Seguridad Social reiteran la recuperación progresiva del mercado laboral en nuestra capital, donde solo en mayo se firmaron 7.539 nuevos contratos, lo que supone un incremento cercano al 20 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Con este dato, el municipio se sitúa a la cabeza de Canarias, que experimentó una variación interanual por debajo del 8 por ciento. Aunque la tradición sitúe este mes como especialmente positivo para el empleo, tenemos que irnos hasta 2007 para hallar un volumen de contrataciones similar al indicado, por encima de la media insular y autonómica.
Tal y como venimos diciendo desde finales del pasado año, la ciudad vive una tendencia a la recuperación que se hace cada vez más manifiesta, apoyada en otros indicadores como los referidos a la apertura de negocios, la entrada de turistas o el movimiento comercial. Sin duda, se trata de una situación que alimenta la ilusión ante un panorama futuro de progreso, por más que debamos seguir manejándonos con mucha prudencia. Los efectos de la crisis en nuestra capital, como en el conjunto del Estado, han sido muy considerables, por lo que se hace necesario redoblar los esfuerzos para superar dicha coyuntura. Estamos en el camino adecuado, avanzamos con decisión, pero queda mucho por hacer.
El Ayuntamiento no es ajeno a esta situación. Más bien, todo lo contrario. Superados los difíciles instantes a los que tuvimos que enfrentarnos al llegar a la corporación, hace cuatro años, Santa Cruz dispone hoy de un consistorio saneado, capaz de rebajar su deuda a la mitad, que paga en plazo y forma, rebaja los impuestos e invierte en la ciudad. Una administración que trata de favorecer la dinamización y el movimiento económico en el municipio, pero que, al mismo tiempo, tiene presentes a los vecinos en dificultades, aquellos que más sufren las consecuencias de la crisis, dedicándoles la mayor parte del presupuesto social. Ayudar a que estas personas puedan reincorporarse al mercado laboral sigue siendo nuestro principal reto.
Dos semanas después de la celebración de las elecciones, considero el respaldo mayoritario obtenido en las urnas como una muestra de la valoración popular a esa forma de gestión. Agradezco inmensamente la confianza depositada en nuestra candidatura, al tiempo que me propongo seguir trabajando en esa misma línea y afrontar los compromisos adquiridos en torno a cuatro ejes de actuación: la atención social y la vivienda, la economía y el empleo, el litoral y los barrios. Cuento con toda la ilusión del mundo para completar la tarea iniciada, al frente de un equipo renovado y representativo de todos los sectores y zonas de Santa Cruz. Con cercanía, honestidad en la gestión y pegado a los barrios.
Sin embargo, he de decir que todo eso será insuficiente si nos mostramos incapaces de dotar al gobierno municipal de un factor imprescindible como es la estabilidad. En los tiempos que corren, con una capital en franca línea de recuperación, tal y como indicaba al principio, con un Ayuntamiento que vuelve a estar en condiciones de jugar un papel central en la vida de la ciudad y en un marco interadministrativo más favorable, no estamos para veleidades. En términos históricos, resultaría imperdonable. Más que nunca, la gobernabilidad de Santa Cruz requiere sosiego. No estamos para batallitas políticas. En los próximos cuatro años vamos a jugarnos décadas de progreso. Por eso no tengo otro objetivo que lograr la estabilidad necesaria para ejercer con paso firme y esperanza renovada.
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