La dependencia extrema de Canarias de las energías contaminantes: el 89% de su electricidad está vinculada al fuel o gasoil
Canarias mejora algo, pero no termina de aprobar (y parece que le queda mucho para llegar al cinco) en la generación eléctrica utilizando fuentes limpias, verdes o renovables. El archipiélago siguió dependiendo de forma extrema en 2018 de la producción de electricidad con el uso de hidrocarburos: fuel o gasoil, y esto lo hizo, nada más y nada menos, que acaparando con ellos el 89% de la generación total en ese año, lo que en el caso de las islas coincide con la demanda eléctrica atendida en el mismo periodo.
Así mismo se refleja en los datos provisionales (estimados a 13 de diciembre de 2018) del avance del estudio Sistema eléctrico español (2018), que realiza todos los años la empresa pública Red Eléctrica de España, en esta ocasión para los registros referidos al ejercicio recién concluido.
Lo ya expuesto viene a significar, hecha la otra lectura posible, que solo el 10,7% de la electricidad total que se consume en las islas tiene origen en energías limpias o verdes, esto es, en la generación hidráulica, hidroeólica, eólica, solar (fotovoltaica o térmica) u otras renovables, como son las menos implantadas biomasa, biogás, geotérmica o hidráulica marina.
El Gobierno de Canarias, según ha insistido en numerosas ocasiones el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, Pedro Ortega (CC), se ha planteado como objetivo llegar al 45% de la potencia instalada con fuentes renovables en 2025.
Si bien Canarias mejora en generación eléctrica con renovables, solo lo hace en tres puntos respecto al balance de 2017, cuando la aportación final de la energía verde fue aún peor, con un máximo del 7,7% sobre el total consumido en el archipiélago.
El avance que se ha producido en los doce últimos meses en las islas casi todo se debe atribuir al incremento de potencia instalada en eólica (por los avances logrados en la subasta de eólica por parte del Estado, lo que implica la concesión de apoyo público a la instalación -subvenciones-, en vez de primas), lo que posibilitó que la generación aumentara en ese capítulo el 59,2%, mientras que en hidroeólica lo hizo el 22,7%.
Fotovoltaica, hidráulica y otras renovables
La fotovoltaica apenas creció, pues solo obtuvo el 0,9% más, y tanto las hidráulica como el grupo de otras renovables registraron caídas, con menos 0,6% en el primer caso y menos 8,4% en el segundo, siempre según los datos de Red Eléctrica de España y atendiendo a la medición de la generación por gigavatio/hora (GWh).
Si se compara el componente renovable en la generación del sistema aislado canario en relación con la estructura del peninsular, se observa que en las islas ese segmento solo representa el 10,7% del total, mientras que en Península alcanza el 40% en el mismo año, esto es, en 2018.
Ello significa que la aportación de electricidad verde en el segundo caso es casi cuatro veces superior al valor fijado para Canarias. En cambio, si se realiza el mismo análisis pero sin la aportación de la hidráulica, las distancias se acortan entre la Península y el archipiélago, aunque la ventaja a favor del territorio continental sigue siendo aplastante, con el 26% respecto al 10,7% isleño (15 puntos de diferencia).
También es verdad que el abismo que hay entre los dos sistemas eléctricos en 2018 se aminora respecto al existente un año antes, en 2017, cuando la diferencia era de 24,3 puntos a favor de la Península (7,7%-32%). La aportación de las renovables en la generación eléctrica global fue el 18,5% mejor en el sistema peninsular en 2018, mientras que en el caso canario creció el 39%, por la transición del 7,7% de 2017 al 10,7% del año pasado.
El año pasado, atendiendo a lo recogido por el avance del estudio Sistema eléctrico español (2018), la generación eléctrica en Canarias, medida en GWh, se situó en 8.839, idéntico parámetro que el de demanda, con una caída del 1% respecto a los mismos valores de 2017.