Sí se puede reclama actuar ya en una casa abandonada y con 'uralita' en Anaga
Beneharo Hernández, vocal de Sí se puede en el Tagoror de Anaga, en Santa Cruz de Tenerife, ha pedido al Ayuntamiento que actúe de manera urgente en una vivienda abandonada situada en el Pico del Inglés, lugar de afluencia turística por excelencia dentro del Parque Rural de Anaga. Este inmueble se encuentra en estado ruinoso y entre los materiales con los que fue construido se encuentran placas para techumbres de fibrocemento con amianto –conocidas popularmente como uralita–, de alto poder cancerígeno.
Hernández tiene constancia de que el Área de Sostenibilidad, Medio Ambiente, Aguas y Seguridad del Cabildo Insular de Tenerife ha remitido un escrito a la Corporación para que incoe un expediente administrativo para la declaración de la situación legal de ruina del edificio. Esta comunicación es de julio de 2015, pero, pasados ocho meses, el Ayuntamiento no ha tomado ninguna medida tendente a la demolición de la casa ni al aislamiento de la parcela, por cuyos alrededores transita un número importante de personas, tanto residentes como turistas.
Al lamentable estado que presenta el edificio se suma la presencia de placas para techumbres fabricadas con fibrocemento y amianto. Este último material es de alto poder cancerígeno y su manipulación es muy peligrosa. La Unión Europea prohibió expresamente el uso de amianto en 2005, pero aún está presente en muchas construcciones no recientes, como es el caso de este edificio en ruinas.
La situación de abandono de este inmueble también ha sido denunciada por la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) ante el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz sin que hasta el momento este colectivo tenga constancia de que la Corporación haya decidido adoptar alguna medida, algo que achaca a la falta de una política ambiental municipal. ATAN criticó esta semana que, a pesar de las advertencias y peticiones, la situación sigue igual.
En opinión de Hernández, el Ayuntamiento de Santa Cruz debe estar a la altura de la reciente declaración del macizo de Anaga como Reserva Mundial de la Biosfera y poner en práctica políticas que incidan en la protección y conservación efectiva de este espacio extraordinario y singular.