Madera y astilla del incendio de 2023 para el sector primario de Tenerife: la medida “preventiva” del Cabildo ante el riesgo de incendios forestales

El Cabildo de Tenerife ha alcanzado este viernes un acuerdo con las principales asociaciones agrícolas y ganaderas de la isla para poner a su disposición más de 30.000 metros cúbicos de madera picada o astilla provenientes del material quemado en el incendio de 2023, como parte de una estrategia de prevención de incendios y apoyo al sector primario, ha especificado la corporación insular en una nota.

Este recurso, procedente de cortas de pino radiata quemado, será distribuido de manera gratuita entre los miembros de las asociaciones que lo soliciten.

El objetivo de la medida es limpiar los montes de material inflamable, como medida “preventiva fundamental” ante el riesgo de incendios forestales, así como ofrecer a los agricultores y ganaderos un recurso con el que reducir costes de sus explotaciones.

“Tenemos que implementar todas las acciones necesarias para evitar que Tenerife vuelva a sufrir una tragedia como la del incendio de 2023, que devoró más de 14.000 hectáreas de nuestro territorio y puso en peligro tanto el patrimonio natural como el bienestar de nuestra gente”, ha afirmado la presidenta Rosa Dávila.

El proyecto estará vigente hasta junio de 2025, con posibilidad de prórroga, y permitirá que las cuotas asignadas se renueven una vez agotadas.

Los repartos estarán sujetos a varias condiciones, entre las que destaca el fin no comercial de la astilla que se pique, y serán organizados por los propios colectivos profesionales, que gestionarán la distribución de manera individual y nominal entre sus asociados.

“Hay astilla para todos, no va a existir problema alguno para su recogida, pero eso sí, nunca podrá tener un fin comercial. Desde el Cabildo picamos el material, lo cargamos, pero son los asociados los que tienen que retirarlo con unas condiciones preestablecidas”, ha señalado la consejera de Medio Natural, Blanca Pérez.

La iniciativa está abierta a las asociaciones ganaderas y agrícolas que así lo soliciten, cuyos miembros podrán acceder a un reparto de cantidades establecido que se podrá renovar constantemente, y ayuntamientos y vecinos con algún “trozo de tierra o alguna cabeza ganadera”, estos en mucha menor cantidad.