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En el interior del hotel canario del coronavirus: “Dejaron un papel bajo la puerta donde decían que no podíamos salir de la habitación”

Un turista se asoma desde el balcón de su habitación en el hotel del sur de Tenerife, que permanece aislado tras detectarse cuatro casos de coronavirus de Wuhan.

Antonio Vacas

Santa Cruz de Tenerife —

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Tranquilidad y calma es la tónica general en las calles y playas del sur de Tenerife, donde turistas y residentes parecen ajenos a la vorágine informativa desatada por el coronavirus y los casos de afectados recientemente registrados en la Isla. Bien será porque no hay constancia de que el virus (COVID-19) se haya radicado en Canarias con los afectados hasta ahora, ya que son turistas italianos y una mujer gomera contagiados en origen y se encuentran atendidos y cuidados en el hospital de La Candelaria en Santa Cruz de Tenerife.

Tal vez exista un mayor conocimiento de la población sobre la real incidencia del coronavirus y del protocolo profiláctico a seguir, o también pueda ser la confianza de la población en las medidas adoptadas por las administraciones competentes, pero lo cierto es que en el epicentro turístico de Tenerife la normalidad es lo más llamativo. Tanto en comercios, bares y restaurantes e incluso en los aledaños del hotel en cuarentena, las conversaciones giraban más sobre la desaparición de la calima, ese polvo en suspensión procedente del Sáhara que ha afectado a las Islas durante las últimas jornadas, que sobre el famoso virus.

Una situación distinta es la que viven los centenares de turistas confinados en el H10 Costa Adeje, en aislamiento desde el pasado lunes por ser el establecimiento en el que se alojaban los clientes contagiados. Impotencia y confusión: así resume Imanol su estado de ánimo. Natural de Fuenterrabía, en el País Vasco, Imanol se aloja con su esposa en el hotel desde el pasado 18 de febrero y tienen reserva hasta el día 29, una estancia que se prolongará por el contratiempo vírico.

La pareja reconoce el esfuerzo que realiza el personal del hotel para afrontar una situación nueva y difícilmente previsible, pero lamentan “desinformación” en el interior del establecimiento. “El lunes dejaron un papel bajo la puerta donde decían que no podíamos salir de la habitación en seguimiento del protocolo sanitario, sin más detalle, y todo lo demás lo hemos ido conociendo por la prensa, por internet y la televisión”, destacó.

En la actualidad, la pareja tiene libertad de desplazamiento dentro del hotel “y aunque nos precisaron que usemos mascarillas, muchos de los alojados están sin ellas, tanto en las piscinas como en los salones y demás espacios comunes”, apunta Imanol, quien confía en que pronto les suministren algo de comer que no sea “bocadillo de salchichón y pasta”. Dadas las circunstancias, el hotel no brinda ahora el mismo servicio buffet, y las comidas son repartidas por las diferentes habitaciones.

Cada jornada, los turistas confinados se tienen que tomar la temperatura con un termómetro láser, tanto por la mañana como por la tarde, debiendo informar a recepción en el caso de que registraran una subida de la fiebre.

Cuarentena domiciliaria

Alrededor de 700 turistas se encontraban confinados hasta el mediodía en el H10 Costa Adeje. En torno a un centenar recibieron autorización de los responsables sanitarios para abandonar el hotel una vez que las pruebas y exámenes realizados hayan descartado la posibilidad de contagio.

Al propio tiempo, unos 80 empleados atienden a los turistas afectados por la cuarentena, después de la incorporación con carácter voluntario de 60 trabajadores, con el propósito de poder ayudar a la quincena de empleados presentes en un primer momento y solventar mejor así las distintas circunstancias que se presentaran a consecuencia de la cuarentena.

En el H10 Costa Adeje se encuentran alojados aún 29 turistas italianos, sobre todo parejas jóvenes y niños de corta edad, cuya situación es seguida detenidamente por el consulado italiano en Canarias. Silvio Pelizollo, cónsul en las Islas, destacó en este punto “la gran colaboración del personal del hotel” para resolver “un fenómeno de complicada gestión”. Pelizollo señaló también que desde el consulado se mantiene un contacto continuado con las autoridades españolas para compartir datos importantes sobre el coronavirus. De hecho, este sábado se espera la llegada a las Islas de cuatro estudiantes Erasmus desde Milán, según confirmó el cónsul.

En Canarias hay unos 57.000 italianos censados, según el Instituto Nacional de Estadística, de los que 30.000 residen en Tenerife.

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