El Tribunal Supremo confirma la prisión permanente revisable para el joven que mató a sus padres y a su abuelo en Tenerife
La Sala II del Tribunal Supremo ha confirmado la condena a prisión permanente revisable, más 42 años y medio, impuesta a un hombre que mató a sus padres y a un abuelo en el domicilio familiar en el que todos ellos residían en Guaza, en Tenerife. El acusado les acuchilló en la madrugada del 23 de marzo de 2018, atacándoles cuando estaban acostados en sus respectivos dormitorios.
El hombre planteó recurso al Supremo contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, que confirmó a su vez la sentencia inicial de un tribunal del jurado de la Audiencia de Tenerife, alegando que debía serle aplicado una eximente por trastorno mental transitorio, basándose en que el técnico sanitario que le atendió testificó que estaba en estado de shock, con las pupilas dilatadas y la piel pálida, y que un policía local que acudió al lugar de los hechos dijo que estaba muy nervioso e hiperventilando.
El alto tribunal desestima la pretensión y explica que en los hechos declarados probados en la sentencia de instancia, mantenidos en la de apelación, no aparece ningún hecho en el que pueda basarse la existencia de un trastorno mental en el momento de ocurrir los hechos ni elementos que permitan su apreciación ni como eximente completa ni como incompleta. “En el caso, todos los datos disponibles conducen a afirmar que el recurrente mantenía el control de su voluntad y que sus facultades no estaban alteradas de forma relevante para disminuir su capacidad de culpabilidad”, señalan los magistrados.
“Así –explica la sentencia–, la forma de preparación de sus actos, poniéndose previamente unos guantes de látex y utilizando un cuchillo adecuado; la forma del ataque a su familia adoptiva, aprovechando que su padre dormía y que, tanto su madre como su abuelo se acababan de despertar como consecuencia de los ruidos o los gritos; los lugares del cuerpo donde dirigió todos los golpes; la existencia de recuerdos coherentes de lo sucedido; la llamada al 112 comunicando que un ladrón había entrado en la casa y había causado las muertes; y el estado que presentaba poco después de los hechos” conducen al Supremo a realizar esta confirmación.
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