El punto de encuentro familiar, ubicado en Vegueta, ha venido prestando un servicio trascendental desde su creación, fruto de un acuerdo verbal entre el Cabildo y la Consejería de Bienestar Social en tiempos de Soria, con Salud Gil de consejera insular, y de la insuperable Águeda Montelongo. No se firmó nada, lo que ha supuesto que la subvención de cada año estuviera sujeta al capricho del gobernante de turno, como ha quedado acreditado. Además, los partícipes en ese acuerdo equivocaron el departamento gubernamental que debía hacerse cargo de la financiación del servicio: debió ser la Consejería de la Presidencia, que todavía a estas alturas sigue encogiéndose de hombros. La última subvención gubernamental llegada al Cabildo fue de 180.000 euros y llegó en 2006. Desde entonces hasta la fecha, la Corporación grancanaria se ha hecho cargo de los 585.000 euros que cuesta anualmente el punto de encuentro.